ANÁLISIS: F1 23

Por Ariel Fuentes

Mejor tarde que nunca: aunque el código de reseña no nos llegó a tiempo, trabajamos a toda velocidad para ofrecerles nuestra opinión sobre el nuevo juego anual de Fórmula 1. El año pasado se había complicado un poco recomendarles la inversión, ¿y ahora?

En 2021 Codemasters fue absorbida por EA, una movida algo polémica: nadie publica tantos juegos de conducción como ellos, a veces desplazando a la competencia (como pasó al quedarse con la licencia del World Rally Championship) o incluso ofreciendo productos que se tal vez se canibalizan entre sí (como podría suceder entre Project Cars 3 y Grid Legends). Pero esa es otra canción.

En lo que respecta a F1, recapitulemos la historia reciente de esta popular franquicia: venía en una trayectoria claramente ascendente, hasta llegar a un punto máximo -según nuestra humilde experiencia- en la entrega de 2020. Desde 2021 en adelante, aunque hay una calidad técnica incuestionable y nuevos modos de juego, creemos que se puede argumentar cierto estancamiento y hasta algunos retrocesos.

Veamos: debajo del capot sigue el clásico Ego Engine, que le ha dado quince años de éxitos a Codemasters... pero que ya empieza a evidenciar el paso del tiempo. F1 23 es tan bonito estéticamente como sus predecesores, pero nos parece que ser intergeneracional le está empezando a cobrar cierto precio tecnológico; tarde o temprano habrá que soltar la mano de las máquinas de octava generación, y renovar el motor o cambiar a uno nuevo. En varias carreras notamos distorsiones gráficas, especialmente en momentos álgidos o durante lluvias intensas. Algunas texturas y efectos fallaron ocasionalmente: miren qué mal se vio mi festejo cuando salí Campeón del Mundo. Podríamos decir que, tras lo que vimos de juegos como Gran Turismo 7 o el inminente Forza Motorsport, Codemasters ya no podría aspirar a una pole position en cuestiones de imagen. 



La iluminación fue retocada para asemejarse más a la realidad y a las transmisiones televisivas, y cumple su cometido: cuando les mostré F1 23 a amigos fanáticos del automovilismo que no están metidos en el ambiente de los videojuegos, casi no podían creer lo que estaban viendo. Si jugamos en una consola con SSD, los tiempos de carga son buenos, aunque no instantáneos.

En el sonido hubo un evidente trabajo de mejora. Los motores de algunos autos en particular, como el Red Bull RB19 o la Ferrari SF-23, suenan realistas e identificables. Los menúes tienen música más dinámica que entregas anteriores.

Uno de los mejores aspectos de los F1 de Codemasters ha sido lo agradables que resulta jugarlos con un mando de consola. F1 23 marca un nuevo estándar, dado que suma una tecnología llamada Precision Drive para hacerlo todavía más cómodo y accesible, y aseguran que ahora la competitividad entre usuarios de volantes y usuarios de mandos será más justa y pareja. Hemos probado cientos de juegos de autos en las últimas 4 décadas, pero nos atrevemos a asegurar que F1 23 está en la absoluta elite en términos de control y precisión: manejar incluso a muy altas velocidades es un placer. Nunca es injusto. Siempre sentimos lo que el auto nos quiere transmitir y podemos reaccionar en consecuencia. 



A esto se suma una mejora de las físicas en general, muy notable por ejemplo cuando pisamos los kerbs o “pianitos”. Podemos ir ajustando el nivel de asistencia y, como viene siendo habitual, la clave es en dónde setearemos el Control de Tracción. El año pasado, incluso algunos pilotos de la categoría opinaban que con esta opción desactivada el juego les parecía más difícil que controlar un monoplaza real. Nosotros fuimos y volvimos entre Asistencia Máxima y Asistencia Media, aunque dejamos activada la línea de recorrido óptimo todo el tiempo.

Ahí está el corazón de F1 23: puede ser súper fácil de jugar o tan complejo como subirse a un monoplaza de carbono, dándonos un amplio margen de configuración. Hay cada vez más opciones: desde este año, por ejemplo, podemos elegir carreras a una longitud de 35%, un punto intermedio entre las alternativas previamente existentes. Se profundizó, además, en un sistema de licencias determinado por qué tan limpios y prolijos seamos al correr: ir ascendiendo traerá más inmersión pero también más exigencia.

Como la simulación en sí y los aspectos técnicos han llegado a un grado de maduración muy considerable, Codemasters parece estar concentrándose en ofrecer modos variados y gratificantes. Cada año hay una vuelta de tuerca interesante, y en 2023, además del Modo Carrera de siempre donde gestionamos a una escudería, desarrollamos mejoras y elegimos entre compañeros legendarios, tenemos una innovación llamada F1 World.

Creemos que esta nueva manera de jugar es un paso en la dirección correcta. Sirve para entrar en la Fórmula 1 ofreciendo carreras cortas y simples, para después ir proponiéndonos objetivos cada vez más ambiciosos, como desprendernos de las asistencias al manejo y adentrarnos en el competitivo mundo online. Lo recomendamos encarecidamente para los recién llegados, porque hay mucho contenido y es una buena manera de profundizar nuestro conocimiento y nuestra performance mientras vamos probando cada ingrediente del amplio menú contenido por el juego.

F1 World no es perfecto; hay un sistema de mejoras de nuestro auto y nuestro equipo que no está muy bien resuelto aún (vamos encontrando piezas cada vez más poderosas, como si fuera un Diablo o un Destiny), pero es sin dudas una buena base sobre la que futuras entregas podrían trabajar. 



Tras un año sabático regresa Braking Point, el modo historia cuyo debut fue en 2021. Fue bastante divertido atravesar sus 17 capítulos reencontrándonos con personajes como el querible Casper Akkerman –ya retirado de las pistas pero ocupando ahora otro rol- o el irritante Aiden Jackson, el anterior protagonista, que sigue buscando y generando problemas. También vuelve el antiguo villano Devon Butler, y se suman su padre y su hermana. Esto no es una historia compleja ni intenta serlo, pero hay objetivos y sorpresas que evitarán el aburrimiento entre carrera y carrera.

Por si hiciera falta aclararlo, F1 23 viene con todo el contenido licenciado de la temporada actual: todos los pilotos, escuderías y circuitos (que incluyen revisiones en Catalunia y Austria, y dos adiciones: Las Vegas y Losail, en Qatar). Si queremos algo de aire fresco, podemos dar unas vueltas con los Fórmula 2, que de distinguen de sus hermanos mayores en performance (giran mucho menos) y en sonido (son algo más roncos). Vuelven también algunos superautos de calle, todos producidos por las marcas participantes en el Gran Circo (Mercedes, Ferrari, McLaren y Aston Martin).

Por tercer año consecutivo, vamos a insistir con un punto que consideramos muy negativo: ya no podemos manejar autos clásicos. Conversando con comunidades argentinas de juegos de carreras, quedó claro que esto es algo lamentado por la mayoría de quienes compran la serie de Codemasters cada doce meses. ¿Por qué limitarse al catálogo actual de coches, si está la oportunidad de disfrutar de más de 7 décadas de evolución técnica? Queremos jugar a ser Juan Manuel Fangio, Niki Lauda, Alain Prost y muchas otras leyendas de la gloriosa historia de esta categoría, cuyo presente es relativamente desangelado y falto de carisma en comparación a épocas pasadas. Esos mismos amigos impresionados por los gráficos casi fotorrealistas de F1 23 perdieron el interés cuando les dije que solo se puede elegir autos actuales.

¿Podemos recomendar a F1 23? 



Es, objetivamente, un buen juego. Accesible, sólido técnicamente, con contenido suficiente y opciones varias para disfrutar jugando solos u online. Si siguen de cerca a la Fórmula 1, tiene mucho para darles.

Dicho eso, notamos también cómo surgen nuevos problemas. El motor gráfico empieza a pedir una renovación, su precio en pesos argentinos (algo que era un factor en su gran popularidad durante años pasados) no es particularmente amigable, y se le acercan dos rivales titánicos en el horizonte: en Octubre llega un Forza Motorsport ambicioso y renovado, y para el año que viene se promete Assetto Corsa 2. Ambos serán juegos quizá más sofisticados y con más contenido que F1 23, que sigue haciendo muy bien lo que se enfoca: usar la licencia oficial del Gran Circo como base para un simulador sólido, que puede satisfacer tanto a principiantes como a pilotos reales de la categoría.

La Edición Estándar de F1 23 cuesta $11.999 y la Champions Edition, que fue la que reseñamos por cortesía de EA (y que agrega 18000 monedas virtuales y elementos estéticos), llega a $15.999. A ambas se le descuenta un 10% si tenemos EA Play o Game Pass Ultimate, quedando en ese caso a $10.799 y $14.399, respectivamente sin impuestos incluido.

La jugabilidad que Codemasters le imprime a sus F1 sigue evolucionando, dando este año un nuevo salto que lo hace exquisito de controlar con un mando de Xbox. Sopesando eso con todos los puntos criticables, ¿qué haríamos nosotros? Esperar una oferta, o que llegue a EA Play, y –si sólo queremos o podemos elegir un juego de carrera para este año- compararlo con el prometedor Forza, que llega en Octubre después de 6 largos años de ausencia.

  • Desarrollado por: Codemasters
  • Publicado por: EA
  • Fecha de lanzamiento: 13 de Junio de 2023 (Champions Edition), 16 de Junio de 2023 (Edición Estándar)
  • Plataformas: Xbox One, Xbox Series, Windows, Linux, PlayStation 4, Playstation 5 

*Código de review proporcionado por Codemasters*