Por Leon Herrera
Tormented Souls 2 llega como la secuela directa del título que nos sorprendió a muchos en 2021 por recuperar el ADN del survival horror clásico. Esta nueva IP protagonizada por Caroline Walker ya asume claramente su linaje: cámaras fijas, exploración meticulosa, puzles con una lógica muy rebuscada y un tono que recuerda tanto a los primeros Resident Evil como a ciertos pasajes de la saga Silent Hill. En esta segunda entrega los chilenos de Dual Effect redoblan la apuesta: amplían la escala de los mapas a explorar, densifican el ambiente y se animan a darle un enfoque narrativo más oscuro al juego, casi claustrofóbico, que le queda bárbaro a la, ahora nueva, saga del género.
Tras los sucesos traumáticos del primer juego, nuestra protagonista cree que por fin puede tener algo parecido a una vida tranquila junto a su pequeña hermana. Pero las visiones, los dibujos horripilantes que hace Anna mientras entra en una especie de trance, y un llamado de auxilio la empujan otra vez al abismo. La búsqueda la lleva hasta un pueblo remoto del sur de Chile, Villa Hess, donde un convento de monjas oculta secretos inimaginables, y lo que comienza como resguardo se convierte en una pesadilla llena de cultos, engaños y realidades fracturadas.
El juego vuelve a mantener ese equilibrio tan delicado entre administración de recursos, tensión constante, resolución de acertijos y exploración. La jugabilidad no cambia mucho de la vista en su primera entrega, pero sí lo que se nota mucho más pulida: los movimientos de Caroline son más precisos, las animaciones más limpias y el sistema de apuntado se siente un poco más pulido, sin perder esa torpeza intencional que el género exige. En cuanto al diseño de escenarios, Tormented Souls 2 es un desfile de pasillos húmedos, salas médicas decadentes, templos arruinados y rincones donde la luz parece darse por vencida. Todo respira una incomodidad constante, muy bien lograda.
Dentro de las novedades más notorias aparece una curva de exploración más amplia, con mapas que se interconectan de manera más orgánica. También hay un énfasis mayor en los puzles, que requieren observar con detenimiento cada objeto y su alrededor no dando nada por sentado hasta resolverlo. Es un juego que te pide frenar, pensar, mirar dos veces y, si hace falta, anotar códigos o pistas en una hoja como en los 90 's. Esa “lentitud” es parte de su encanto: un regreso a una forma de jugar sin apuros y sin llevarte de la mano.
En materia de armamento, la secuela amplía opciones y refuerza la idea de supervivencia inteligente. Desde las primeras horas aparecen herramientas como la clavadora, y su variante automática, que marcan el tono: armas improvisadas, de daño moderado, que te obligan a elegir si gastar tus balas (o clavos) o guardarlas como si fueran oro para un futuro enfrentamiento contra un jefe. Una vez que nos hacemos con la escopeta, está se vuelve nuestra arma de confianza para encuentros difíciles, mientras que la ballesta ofrece una alternativa quirúrgica para enemigos más duros. A eso se suman armas cuerpo a cuerpo que no sólo sirven para defenderte, sino también para interactuar con el entorno, rompiendo objetos como candados de puertas cerradas, o habilitando caminos al destruir objetos como cajas o jarrones. La posibilidad de mejorar algunas armas mediante piezas ocultas incentiva a revisar cada esquina; una decisión acertada que combina exploración y progresión sin romper la estética clásica del juego.
En cuanto a duración y dificultad, Tormented Souls 2 se mantiene firme en la línea del survival horror tradicional. Una primera partida puede rondar entre 10 y 15 horas, dependiendo de cuánto te trabes con los acertijos o no administres bien tus recursos. El nivel de desafío es consistente: no es injusto, pero tampoco regala nada. Los enemigos pegan fuerte, algunos tienen mucha vida, la munición es escasa y los puzles exigen atención absoluta. Si bien existen opciones de dificultad más accesibles, la experiencia pensada por los desarrolladores apuesta a que sientas el riesgo constante; ese saborcito a “si me mando un moco, la pago” y al ser un juego a la vieja escuela no cuenta con auto guardado y no queda otra opción que volver a hacer todo desde la última vez que usaste la grabadora de voz manualmente. En un género donde la tensión es un pilar, la dificultad está muy bien calibrada.
El diseño sonoro es otro de los grandes aciertos del juego. En todo momento se escuchan ruidos mínimos de fondo, pasos, ecos, susurros, puertas que crujen, todo eso sirve para crear una atmósfera que al jugarlo con auriculares logra cumplir su cometido de meter miedo. Otro gran acierto es la implementación básica de vibración en el mando que ayuda a mejorar la inmersión en la historia ya sea durante las peleas contra jefes o al vibrar como si fueran latidos de corazón cuando nos queda poca vida.
En conclusión, Tormented Souls 2 no intenta reinventar la rueda, pero sí honrarla. Es una secuela sólida, más ambiciosa y con un respeto profundo por los clásicos. Para quienes crecimos entre pasillos pre-renderizados y cámaras fijas que te miraban desde arriba, esta entrega es un viaje lleno de ecos familiares, pero con identidad propia muy recomendable para fanáticos del Survival Horror clásico y para los recién se llegados al género, es una gran puerta de entrada moderna, cuidada y contundente que no deben perderse.
- Publicado por: PQube Limited
- Desarrollado por: Dual Effect Games
- Fecha de lanzamiento: 23 de octubre de 2025
- Disponible en: Xbox Series, PC, PS5
*Código de review proporcionado por PQube Limited*



