Por Andres Belluzzi
Ninja Gaiden es una saga mítica dentro de la industria de los videojuegos. Por su carisma y sus personajes, por su famosa dificultad y sobre todo por su longevidad, mantenerse durante tanto tiempo no es cosa sencilla en una industria con constantes altibajos. La hoja estaba en blanco, y Dotemu y Game kitchen agarraron el lápiz y comenzaron a escribir una nueva página una franquicia nacida en los 8 bits y puntualmente en un año muy alentador para los fanáticos de la franquicia, la katana se vuelve a blandir pero ¿Ninja Gaiden: Ragebound estará a la altura?
En un campo abierto de hierba alta y bajo la luz de la luna, Jô se enfrenta a Bloody Malth en un duelo y es derrotado. Como precaución, Jô había dejado una carta encomendando la reliquia familiar a su hijo, Ryu, y diciéndole que fuera a América a buscar al Doctor Walter Smith si no regresaba a casa.
Así comenzaba la historia de Ninja Gaiden, allá por 1988 en Japón. Y justamente con esa secuencia, arranca este nuevo título que es un claro homenaje a la saga pero también con tintes mucho más frescos. Ryu debe irse a Estados Unidos justo al mismo momento en el que los demonios aparecen en la aldea del clan Hayabusa, por lo cual nuestro ninja favorito no será un personaje jugable en este título y su lugar lo ocupará su aprendiz, Kenji Mozu quien tiene la misión de averiguar que sucede y defender a los suyos. En cuanto a lo narrativo entonces nos encontramos prácticamente con una precuela que a su vez sucede en paralelo y de manera aislada. Un acierto interesante para aquellos que no conocen tanto la historia de la saga y este es su primer encuentro. Empuñando su katana con ataques simples pero efectivos, nuestro ninja comenzará esta aventura llena de desafíos.
En paralelo a las aventuras de Kenji, el ya conocido por los fanáticos Clan de las Arañas Negras, tiene intenciones claras para aprovechar la llegada de los demonios y encomienda a una de sus mejores asesinas en busca de la negociación con unos niveles en los que podremos tomar el control de Kumori con sus ataques de shurikens a distancia. Lastimosamente, ambos protagonistas fracasan en su misión y la única opción viable para derrotar a los demonios y acabar con la amenaza es la fusión de ambos en un ser definitivo.
De ahí que la dinámica del juego se potencia completamente. Porque si bien nuestro protagonista tiene ataques poderosos que pueden matar a casi cualquier enemigo de un solo golpe, se quedaba bastante corto en cuanto a la variedad, por no decir que es inexistente. A partir de la fusión, se abre un set de habilidades que pueden darnos un enfoque más agresivo o defensivo, junto a opciones de largo alcance. Estas pueden comprarse por escarabajos dorados (que iremos encontrando en la aventura) en la típica tienda antes de seleccionar cada nivel. Es cierto que la variedad no es abundante, pero el juego busca cierta simpleza en ese aspecto para ser mucho más amistoso en líneas generales.
Y es que Ninja Gaiden: Ragebound es un juego que hace todo bien, pero no logra destacar en ningún aspecto. Es un juego ideal para unos ratos de distracción o como primer contacto con la saga para las nuevas generaciones. No tiene una dificultad muy endiablada como antaño (aunque al terminar la aventura se desbloqueara el modo difícil que lo vuelve significativamente más desafiante), no es un título que demande demasiadas horas (aproximadamente 6), no penaliza tanto las muertes y es muy dinámico en la fluidez y su historia pareciera ser completamente autoconclusiva, además de un grado rejugable solo para completistas,amantes de los atuendos o curiosos.
Con esto no queremos decir que sea un juego mediocre o que impida recomendar el título. La aventura es enteramente disfrutable, visualmente muy llamativa y estéticamente tiene grandes aciertos como el diseño de los jefes, los diferentes niveles que van desde el típico bosque o un edificio en obra hasta una persecución en tren, mecánicamente es bastante satisfactorio aunque recae un poco en la repetición, sobretodo en dos aspectos puntuales: el “impulso de guillotina”, que sería un equivalente a doble salto a partir de golpear a un enemigo; y los ataques potenciados para enemigos de élite.
El primero es el claro uso de parkour plataformero que nos obliga a estar finos con el timing para lograr llegar del punto A al punto B, lo que sucede es que muchas veces el timing del juego pareciera no sincronizarse con lo que el mismo juego propone, volviendo el trámite algo tedioso. Por otro lado, los ataques potenciados se logra al eliminar un enemigo puntual con un aura, luego con ese ataque podremos eliminar a los elite de un solo golpe. El asunto es que básicamente antes de que un elite aparezca, llegará un enemigo con esa aura, con lo cual no hay mucho para pensar. El juego pareciera que intenta ser un speed run constante en el que avanzar es la única opción y de hecho eso fue lo que más nos resultó. Y es que entre la invulnerabilidad al recibir daño y que el matar enemigos no da ninguna recompensa, resulta mucho más fácil avanzar y llegar al próximo checkpoint que intentar una estrategia seria.
De todas formas si tiene grandes aciertos como una variedad de niveles muy interesante que a veces pareciera ser una mezcla de mini niveles que le dan una frescura interesante. ¿Huir de un volcán? ¿Escapar en helicóptero? ¿Recorrer un tren bala? Si bien son cosas ya vistas antes, la compilación de la mano de la acción frenética dan como resultado el entretenimiento puro y duro. A su vez, cuando logramos avanzar de manera constante y veloz a fuerza de nuestros reflejos el gameplay se vuelve extremadamente satisfactorio.Todo hay que decirlo.
Otro aspecto a destacar son una especie de cinemáticas con un estilo artístico muy bello que cortan un poco con el frenetismo y la acción, sobre todo al principio o final de cada nivel y que van profundizando en la historia y en el vínculo entre nuestros protagonistas que anteriormente se odiaban.
Las partes en que Kumori toma el control del vínculo con Kenji y se nos abre una especie de mini juego para algún coleccionable o desbloquear una salida con plataformas, teletransportaciones y contrarreloj. En este sentido, la urgencia si pareciera estar justificada (mecánica y narrativamente) y se vuelve desafiante.
Volviendo a la narrativa, luego de fusionar sus cuerpos nuestros héroes deben emprender un viaje para encontrar 3 cristales para acabar con la amenaza de los demonios, ahí aparece un viejo conocido de la saga para tomar cartas en el asunto. La CIA. El resto, sería spoilers pero la historia, al igual que el juego en sí, se caracteriza por la sencillez. Lastimosamente su aspecto sonoro no termina de destacar del todo, si bien no está mal para nada, en ningún momento sentimos esa euforia que transmiten ciertas bandas sonoras en niveles particulares o batallas brutales.
Tal vez lo más cercano a eso, y uno de sus puntos más fuertes, sea las batallas contra jefes. No solo desde lo visual, sino porque le ponen un poco más de estrategia y dificultad a la aventura. La mayoría nos obligará a aprendernos ciertos patrones para evitar recibir daño y el ataque potenciado será plenamente necesario si queremos vencer, sobre todo porque su barra de vida suele ser bastante generosa.
Si buscas un título que cumpla con los aspectos básicos y que te entretenga sin dudas Ninja Gaiden: Ragebound es un juego recomendable. No pretende romper con ningún esquema ni inventar nada nuevo, pero el cometido básico que todo videojuego debe tener, lo cumple. No es un juego recomendable para quienes busquen un desafío real, o un metroidvania con miles de zonas secretas y potenciadores constantes que impulsan las mecánicas del título. No.
Es cierto que era una oportunidad, tal vez, para algo más ambicioso, sobre todo teniendo en cuenta su legado. Pero este título es una carta de amor y homenaje a los primeros títulos de la saga, los que comenzaron todo. Enemigos que caen ante la fuerza de nuestro ninja, plataformas vertiginosas, jefes complejos y niveles variados. Ninja Gaiden: Ragebound es simple y letal, como el filo de una katana.
- Publicado por: Dotemu
- Desarrollado por: The Game Kitchen
- Disponible en: Xbox One, Xbox Series, PC, PS4, PS5, Switch
- Fecha de lanzamiento: 31 de julio de 2025
*Código de review proporcionado por Dotemu*