Por Runner eGirl
Cuando vi el video del avance de Despelote, hará cosa de 1 año, sentí intriga por lo visualmente distinto que era. En esta época en la que estamos acostumbrados a los gráficos de la más alta calidad y con resoluciones cada vez más altas, que no queremos perdernos ni medio píxel, acá venía un juego que combinaba fotos del mundo real con algo así como puntillismo (más adelante aprendí que ese estilo se llama low-poly) y dibujos de contornos en blanco y negro con trazo de aspecto bastante infantil. Y además de eso, sobre fútbol. Y de origen ecuatoriano. Decir que me intrigó es poco.
Pasó el tiempo y el frenesí de la vida adulta que te mantiene ocupado en mucho pero en nada a la vez hizo que me olvidara del jueguito ese medio raro donde unos nenes pateaban una pelota… y así como en su momento desapareció de mi vida, de repente me lo volví a encontrar, esta vez ya terminado y listo para el lanzamiento. Me sumergí sin dudarlo, sin saber demasiado qué esperar más allá de aquella primera impresión que me había dejado y que todavía perduraba.
Despelote está ambientado en Ecuador en el año 2001, durante las clasificatorias para el mundial de fútbol de Corea y Japón de 2002, y básicamente narra desde la perspectiva de Julián, un pibito de 8 años, cómo se fue viviendo en el país la epopeya de clasificar por primera vez a un mundial. La historia se cuenta con narración en off, pero se complementa con los fragmentos de diálogos que escuchamos de las cosas que hablan los adultos en las distintas escenas.
La ambientación sonora me resultó particularmente interesante. Los diálogos que escuchamos se sienten naturales, no actuados ni forzados, y tienen un claro acento ecuatoriano, como no podía ser de otra manera. También hay sonidos ambientales de muy buena calidad que ayudan a sumergirse más en el juego.
Los controles son simples, palanca izquierda para caminar, gatillos para correr, palanca derecha para patear, A para interactuar y eso es todo. No es un juego complejo en lo más mínimo, es simplemente explorar el entorno limitado en el que se puede mover un nene cuando está solo e interactuar con los objetos y las personas que nos cruzamos (tanto adultos como otros niños).
Es un juego corto y de rejugabilidad limitada, pero para quienes desbloquear logros sea un interés, el valor de rejugabilidad aumenta porque los logros se pueden desbloquear solo en ciertas secciones específicas en las que estamos jugando al fifa dentro del juego, con lo cual es probable que se necesite jugarlo una segunda vez.
Si lo queremos encasillar en un género, se podría decir que es un simulador de caminata, o walking simulator, pero es mucho más que eso. Es un juego con alma, que mediante lo simple e incluso burdo de su arte nos hace revivir esa simpleza de la infancia, de no tener preocupaciones más que encontrarnos con nuestros amigos y patear una pelota o jugar a la escondida o correr en el medio de las palomas para que salgan volando. Y la impotencia de querer jugar y que se haga la hora de volver a casa, o de llegar tarde y que nos reten, o de estar jugando al FIFA y que nos saquen el control porque hay que ir a cenar.
Despelote captura maravillosamente ese mundo que todos tenemos guardado en algún lugar de la memoria y que no siempre podemos vislumbrar con la nitidez del presente… Tal vez no sea casualidad, entonces, que usen esos gráficos tan raros, tan atípicos. Son la representación perfecta de cómo de adultos recordamos nuestra infancia: sin tantos detalles, no en HD ni mucho menos 4K. Los gráficos del juego son esos recuerdos de la infancia de un Julián que, hoy adulto, decidió compartir una partecita de su historia en este formato que tanto nos gusta.
- Desarrolladores: Sebastian Valbuena, Julián Cordero
- Distribuidor: Panic
- Disponible en: Xbox Series, PS4, PS5, PC
- Fecha de estreno inicial: 1 de mayo de 2025
*Código proporcionado por Panic*