ANALISIS: Two Point Museum

Por Gabriel Llarena Ruiz

En pasadas entregas de Two Point confirmamos que Dr. House es el mejor médico de todos y que robarse ladrillos de una construcción es parte del espíritu universitario. Para la tercera entrega ahora somos el director de múltiples museos, esos espacios que buscan nutrir la mente y exponer la historia de nuestro planeta o revelar los misterios que se esconden en los cuerpos celestes. Sin embargo, no vengo a resolver nada más que la duda existencial por la que entraste al vídeo. ¿Acaso este juego vale la pena?

Los que ya hemos jugado a sus antecesores conocemos bien la base de la saga. Hablamos de un simulador de negocios y gestión donde lo más importante sea garantizar una estabilidad financiera para invertir en más espacios y mejorar la calidad del servicio o lugar. En Museum, uno deberá contratar a expertos en diferentes campos como la botánica, ciencia o prehistoria para cuidar el estado de las exposiciones o realizar la tarea de investigación por citar un ejemplo. También uno debe buscar personal de seguridad, limpieza y atención al público para múltiples roles que mantienen el museo a flote, así como garantizar que los visitantes siempre tengan algo especular que mirar para mantener un flujo de dinero constante.

Mientras más plata, decoraciones y personas explotadas laboralmente tengas… mejor. Bueno, lo último no es un chiste, es una función porque podes tener a muchos trabajadores con el salario mínimo por años antes de que se cansen. Y ojo, que si querés, podes quitarles tareas e ir viendo si mejoran su ánimo y energía. Es importante atender sus demandas representadas con el típico pero claro símbolo que hace referencia a que desean descansar o tener una formación para volverse mejores en su área de trabajo. Nada nuevo realmente por este lado.

Siendo el director de un museo se nos permite elegir el enfoque del mismo. Podemos dirigir uno dedicado a la prehistoria y los tiempos de las cavernas, un museo dedicado a la oceanografía y antiguas civilizaciones debajo del mar pero cuidado con mezclar peces de distintas especies, ya que algunos prefieren pescado y no alimentos balanceados. También existen museos que buscan explorar los misterios de la astronomía, los inventos de la humanidad de hace siglos y la ciencia misma, así como otro donde se explota el terreno de lo sobrenatural. Curiosamente no hay un museo de arte clásica o contemporánea. Pero doy por hecho que van a terminar saliendo ambientalistas a querer arruinar las pinturas de ser así. De hecho, algunos de los malhechores sueltos por ahí son capaces de arruinar los carteles con información de las exposiciones o romper las cajas de donaciones.

Por supuesto, los jugadores que vengan de entregas previas van a encontrarse con todas las funciones básicas que muchos conocen. Deben adaptar partes enteras del edificio a ciertas temperaturas, mejorar los diferentes equipos y cuartos que usa el personal para su descanso - tareas, estar atento a los inspectores u oportunidades únicas, etc.


Two Point Museum se enfoca en una progresión basada en rankings y desbloqueos mas constantes más que depender de un sistema de 3 estrellas que definan la calidad de nuestro laburo. Esto se puede entender mucho mejor si jugamos el modo campaña, donde uno debe cumplir diversos objetivos para avanzar a otros museos y habilitar funciones que refresquen la experiencia. En los otros dos títulos, una vez que llegabas a tener 3 estrellas en una locación, podías dar por terminado tu rol y seguir adelante porque no había nada más que hacer. Ahora se nos presenta una campaña más interconectada que nunca y vamos a volver en más de una ocasión a otros museos. También cada categoría temática cuenta con algunos sistemas únicos para seguir desbloqueando nuevos elementos o pequeñas mecánicas de juego como rompecabezas bastante sencillos, entre otras novedades. Lejos de sonar complejo, en realidad siempre están buscando incentivar al jugador a desbloquear más cosas.

Quiero agregar que a la campaña se le sumaron escenarios únicos donde debemos enfrentar retos a contrarreloj, como mantener un museo seguro de mil ladrones o lograr ingresos fiscales muchos más altos gracias a las campañas de marketing. Una lástima que son muy, pero muy pocos aunque fueron de mí agrado porque rompen el ritmo del juego y te dan un reto más difícil si querés ese trofeo de oro. Cómo dato adicional, los ladrones también van a robar cualquier museo y son capaces de robar partes o toda una exposición. Si querés que regrese vas a tener que pagar un rescate en algún punto del juego o simplemente tener que armar una expedición para rearmar las piezas de nuevo.

Si uno no quiere jugar la campaña, el modo sandbox con al menos cinco mapas está a su disposición para crear las experiencias que uno quiere bajo la dificultad que uno desee. Igualmente cabe remarcar que la campaña tenemos más libertades de lo que pensamos a la hora de crear nuestro museo.

Otra diferencia importante a mencionar es que ahora se nos permite crear nuestros propios muros dentro del edificio. Recordemos que los juegos hasta la fecha se basaban más en un sistema de habitaciones y acá las exposiciones requieren de ambientes no tan cerrados. Gracias a esta introducción podemos aprovechar las paredes para colocar objetos decorativos, carteles con información, cámaras de seguridad y más que sean de utilidad y lo hacen mucho más práctico para todo. Inclusive se pueden añadir puertas solo para personal facilitando su traslado por las instalaciones.

Para garantizar que haya visitas todo el tiempo, uno también debe renovar sus exposiciones y encontrar otras partes de algún fósil o artefacto. Acá es donde entran las expediciones como uno de los puntos clave, en donde mandamos a algunos miembros de nuestro personal en misiones alrededor del mundo y más allá en busca de reliquias, antigüedades y tesoros. Algo que me gustó mucho es que podes ir a cualquier lugar siempre y cuando cumplas los requisitos a pesar de que tu museo no esté enfocado en dicha ciencia. Por ejemplo, para avanzar en unas catacumbas que solo podían ir ciertos profesionales de la ciudad, necesitaba elaborar un remedio contra ciertas toxinas. Por ende, contraté a un botánico que viajará a la selva en busca de unas plantas. Luego con ese espécimen, lo triture en una máquina, genere los recursos que necesito y fabrique algo para poder visitar ese punto de interés.

Otro aspecto que me gustó de las expediciones es que también tienen su pequeño subsistema donde las dificultades se van alterando dependiendo de la temporada del año en la que estamos. Esto se puede solucionar parcialmente con algunos potenciadores aunque habrá casos en donde los empleados en verdad se puedan perder de forma permanente. O sea, además de ser un director que les paga mal, también tomas decisiones de quién vive o no prácticamente. En el mejor de los peores casos pueden resultar heridos o se puede enfermar, y eso se puede solucionar en la sala de staff con una máquina que hace ciertos milagros esperados o tras enviarlos a un centro médico con todos los gastos corriendo por nuestra cuenta.

Dejando ese detalle de lado, me encanta como el diseño y estructura del sistema de progresión está muy conectado entre todos los mapas. Si uno llega a desbloquear nuevas características, ya sean buenas o malas, todo se comparte y uno va a poder sacarle provecho a sus nuevos conocimientos. Los otros dos juegos siguen esa misma línea. No obstante, me parece que acá le dado unos retoques bastante buenos. La verdad que hacer progresos en este juego es muy satisfactorio y pocos juegos de este tipo se sienten que recompensan tan bien al jugador. Te dan ganas de seguir jugando por más tiempo aunque esto recién lo vas a comprender pasadas varias horas, ya que el inicio del juego es algo lento en comparación a Campus, su antecesor.

Con respecto a los apartados audiovisuales y técnicos no tengo mucho que aportar. Artísticamente el juego se ve bien, visualmente se ve bonito pero no hay un salto gráfico si es lo que esperaban. Por otro lado, la banda sonora quizás sea el punto más flojo si la comparo con sus antecesores. Además de eso, la música en algunos momentos dejaba de sonar como un pequeño bug que se solucionaba solo tras salir del museo o tras varios minutos.

Por último, durante mis días de acceso anticipado el juego se terminó cerrando algunas veces de forma inesperada (algo que seguramente un parche lo van solucionar). El problema técnico más molesto que me encontré es que los controles no querían funcionar en el mapa del páramo y la interfaz desapareció por completo. No encontré una explicación de su causa y la única solución en más de una vez fue apretar el botón vista, o Back en idioma PlayStation, y presionar otros botones hasta que aparezca la interfaz completa.

En conclusión, Two Point Museum es un juego que creo que a los fans de la saga les va a encantar. La fórmula del juego sigue siendo la misma, no es un producto innovador pero tiene una dosis de diversión muy asegurada. Estaba muy en duda donde si un juego de museos iba a ser tan divertido como sus dos entregas previas, pero me sorprendió para bien.

Siento que la cantidad de escenarios y temáticas es inferior a Campus, pero eso se compensa con mejores sistemas de juego. También considerando que no es un producto a precio completo, el precio está más que bien por lo que ofrece ahora mismo.

  • Desarrollador por: Two Point Studios
  • Publicado por: SEGA
  • Disponible en: Xbox Series, PC, PS5
  • Fecha de lanzamiento: 27 de febrero (acceso anticipado), 4 de marzo (edición estándar)

*Código de review proporcionado por SEGA*