ANALISIS - Enotria: The Last Song

Por Andres Belluzzi

El género souls parece haber tocado techo con Elden Ring. El mismísimo creador supo demostrar cómo era la forma definitiva del género y sin embargo, los juegos tipo souls siguen saliendo periódicamente al mercado a querer captar a un público que espera expectante un título que logre saciar sus necesidades. Me corrijo, sus virtudes. Porque si hay algo que el género souls hace resaltar en un jugador, son sus virtudes. La paciencia por sobre todas las cosas, la habilidad y la destreza en segunda instancia y la capacidad de aprender y memorizar patrones, combates y zonas completas a razón de avanzar en la aventura. Una aventura de la que, por lo general, sabemos muy poco y a su vez poco importa que la sepamos (salvo que realmente nos interese conocer y descubrir su lore tan, pero tan incrustado en cada rincón de su propio mundo).

Sin embargo, y a pesar de su cerrado ecosistema, el género no para de brillar y conseguir títulos de renombre que lo posicionan cada vez más como uno de los favoritos de los jugadores hardcore y no tanto. La aclaración es obligatoria, no todos los títulos del estilo souls cumplen con lo necesario para brillar. Aún así, siguen marcando un calendario de salida bastante llamativo con el correr de los años y con ello, la masificación del género. La gestación y consolidación de este género es un tema tan amplio como interesante de abarcar, sin embargo tenemos que hablar de un nuevo título en particular. Un nuevo hijo del género souls. Un hijo nacido de la canción. La Última Canción.

Porque justamente eso es lo primero que Enotria nos deja en claro, su mundo nace a partir de una melodía, la primera. Y con el correr de los acordes, la creación de su universo y sus inevitables complicaciones. Un universo en el que sus habitantes se encuentran en una desesperación sin fin, condenados a ser actores de una obra teatral eterna. El lore, es fiel al estilo souls. Es decir, complicado. Si bien hay algunas alianzas, traiciones e historias que son vertebrales a la historia, la mayoría tendremos que leerlo en artículos recolectados durante la aventura. Lo que está claro es que nuestro protagonista será el que viene a reestructurar dicho universo, sea para su restauración… o su destrucción. Tomaremos el papel del “Desenmascarado”, es decir, el único capaz de no respetar un papel designado en dicha obra teatral. Motivo por el cual, básicamente, tenemos motus propio para revelarnos o aliarnos con quien tengamos ganas. Pero, ¿Qué hace distinto a Enotria?

Una de sus principales características es la mecánica de las máscaras. Anteriormente hicimos un análisis de Deathbound, un título también independiente de estilo souls que se caracteriza (entre otras cosas) en el intercambio constante de personajes a la hora de combatir, dando una frescura interesante al género que por lo general siempre es lineal en ese sentido. En este caso, Enotria hace alarde de su Desenmascarado para poder optar de 3 opciones disponibles de representaciones. Mediante las máscaras que utilicemos podremos intercambiar y personalizar nuestro estilo de combate de manera muy extensa e interesante. 

Lo cierto es que también, dicha mecánica oculta tras esa máscara la falta de itemización de set tan característica del género. Es decir, no habrá botas, ni cascos, ni pecheras que ponerse, la máscara hace de motivo, razón y circunstancia de nuestro estilo de combate. Algo muy interesante es la posibilidad de utilizar máscaras de enemigos. Algunos habrá que farmear los fragmentos hasta completar la máscara, mientras que los jefes (en general) nos darán su máscara con sus potenciadores particulares y su imponente aspecto visual. Habrá algunas máscaras que rápidamente nos llamarán la atención por su funcionalidad. Por ejemplo: agregar más pociones de vida, ser inmune a los efectos alterados, multiplicador de experiencia, entre otros.

Un sistema de combate con sus luces y sus sombras, como toda obra teatral. Cuanto más busquemos, más vamos a encontrar. En líneas generales, es bastante cumplidor. Mucha variedad de armas y combos (aunque con animaciones bastante similares), la posibilidad de utilizar poderes a distancia y potenciadores, el siempre cuestionado parry, el innegociable esquive y los daños elementales que, en este caso, son cuasi obligatorios de aprender y utilizar. Todo eso combinado con un árbol de habilidades bastante extenso con 4 tramas troncales que también determinarán nuestro estilo de combate. ¿Preferimos cargar rápidamente los poderes a distancia y jugar seguros? ¿Potenciar la defensa y la regeneración de resistencia? ¿Es mejor neutralizar los daños elementales y jugar agresivo? ¿Nos gusta hacer daño elemental sostenido en el tiempo? Bueno, todas esas opciones y más están disponibles en dicho árbol. Sin embargo, solo podremos elegir 6 de entre todas las mejoras para equipar por máscara. Motivo por el cual recomendamos hacer las 3 máscaras bien distintas entre sí para probar con qué estilo nos sentimos más cómodos.

Ahora sí, toca hablar de unas falencias bastante graves. Dos en especial. Por un lado, el innegable problema de rendimiento. Incluso en una Series X hay una carga de texturas notable sobretodo en relación a la distancia de dibujado que en algunas ocasiones es muy molesto a la vista (incluso siendo alguien no demasiado estricto en estos términos), lo mismo sucede con las texturas del agua con un reflejo demasiado alto que la vuelven un tanto artificial y la caída de algunos fps en grandes zonas. De todas formas, el juego ha recibido algunos parches desde que lo jugamos y en foros se comenta una mejora en este sentido. 

De hecho, su salida en primer término (PS5) fue bastante desastrosa en cuanto al rendimiento y a Xbox llegó una versión mucho más pulida, lo cual demuestra la intención del estudio (independiente) de corregir y mejorar su ópera prima. Por otro lado encontramos un desbalance muy marcado al principio de la aventura en cuanto al nivel de nuestro personaje. Literalmente los primeros jefes los pasamos por arriba y con resto, con un nivel muy elevado y por ende un daño desmedido. Recién para la mitad de la aventura el juego parece auto balancearse y ponerse realmente desafiante. En cuanto a la dichosa dificultad… si, es un juego difícil en efecto. Un poco porque su combate no es el más pulido del género (si lo comparamos con su padre) y un poco porque hay jefes que realmente son un dolor de cabeza o por la existencia de zonas bastante cargadas de enemigos.

En cuanto a los jefes y los enemigos… podemos asegurar que tenemos (sin exagerar) unos 20/25 enfrentamientos contra jefes. Algunos jefes son menores, otros opcionales y luego los clásicos jefes de final de zona. Sus diseños en líneas generales son realmente muy buenos, originales y cargados de toda la atmósfera que rodea al titulo (de la que hablaremos luego). Menciones honoríficas para el combate en el coliseo (gran punto de inflexión de dificultad en la aventura), la primera aparición de un soplador de viento (que logró transmitirnos una sensación de miedo, realmente) y al Gran Capitan Spaventa (que tiene una segunda fase muy curiosa que demuestra la ruina, desolación y desesperación que se encierra detrás de la disfraz/máscara del poder del más fuerte). En cuanto a esa indescriptible sensación de felicidad al vencer a un jefe después de varios intentos, en eso Enotria cumple también. 

El resto de diseño de enemigos no termina de destacar del todo, aunque siempre hay salvedades como los colosos por ejemplo. Pero si es cierto que escasean los enemigos voladores o con ataques interesantes. Por lo general serán guerreros con armadura, o magos sombríos y cosas ya vistas de sobra en todos lados. 

Lo que sí es original y completamente destacable es su ambientación. El título italiano se encarga de transportarnos a una época medieval muy distinta a la que estamos acostumbrados. Porque en Enotria se siente el espíritu tano a flor de piel. Su arquitectura, su diseño de niveles, sus personajes variopintos y su musicalización forman un sumun que levanta el telón para una obra teatral. Porque si, Enotria es (en definitiva) una gran obra de teatro. Sobre todo en el primer tercio del juego, la ambientación nos lleva por una ciudad en la que el arte se encuentra doblando cada esquina. No tardaremos mucho en encontrarnos con ciudadanos ensayando una escena, o un grupo de músicos disfrutando unos acordes. Y eso, aunque parezca poco, lo dota de una personalidad necesaria para diferenciarse (al menos en lo ambiental) del resto.

Lo positivo del título, y que habla muy bien del estudio a cargo del videojuego, es que incluso a varios meses de su salida, sigue recibiendo parches y actualizaciones que mejorar constantemente la experiencia y buscan pulir todas las imperfecciones con las que ha salido al mercado y que (lastimosa, pero a la vez justamente) lo ha sentenciado en primera instancia. En nuestro caso, dejamos en claro a lo largo de este análisis que Enotria es un título muy recomendable para los amantes del género souls y para quienes busquen una ambientación muy poco explotada en la industria. 

  • Desarrollado y publicado por: Jyamma Games
  • Disponible en: Xbox Series, PlayStation 5, PC
  • Fecha de lanzamiento en Xbox: 11 de diciembre de 2024

*Código de review proporcionado por Jyamma Games*