ANÁLISIS: Souldiers

Por Andres Belluzzi

La industria de los videojuegos ha crecido tanto últimamente que muchos títulos pasan desapercibidos. Títulos que tienen un potencial escondido muy grande y que por algún motivo uno nunca ha sentido nombrar. Juegos así los hay por todos lados y en todas las generaciones, algunas veces tienen la suerte de llamarse "de culto" o quedan menormente en "el nicho". Esa sensación encontrada fue la que me surgió cuando empecé a jugar Souldiers. El pensamiento de que estaba ante un juego grandioso, pero que tal vez, por algún motivo, no iba a destacar. Espero estar equivocado.

Para hablar de Souldiers es necesario dividirlo en capas. Inclusive en casi todos sus aspectos. Los metroidvania son complejos en sí y este título no es la excepción. Desde su jugabilidad y mecánicas, hasta su historia, pasando por su apartado visual.

Desarrollado por el estudio español Retro Forge y distribuido por Dear Villager estamos ante un título atractivo, desafiante y adictivo. Atractivo en primer lugar por su hermoso apartado artístico, cargado de detalles que mencionaremos más adelante y una banda sonora que en combinación explotan el modelo pixel art de 16 bits en el que se inspiran. Desafiante por su elevada dificultad, no solamente en los combates contra jefes o esbirros, sino la dificultad en las plataformas e incluso en sus puzzles. Y adictivo por una narrativa, desarrollo de personajes y diseño de niveles que todo el tiempo nos da algo nuevo e interesante para mantener un equilibrio entre un ritmo pausado y frenético.

Pero, vamos por partes.

En primera instancia, hablemos de su historia. Una narrativa de fantasía medieval con una base en el género Isekai, es decir, no tardaremos mucho en ser transportados a otro mundo donde nuestro personaje tendrá que arreglárselas para sobrevivir, formar lazos y derrotar enemigos. Nos encontramos en los finales de una reunión de guerra para decidir el futuro de Zarga en una lucha entre 3 naciones. Los planes salen mal y quedamos encerrados en una cueva, acto seguido una valkiria llega para darnos la opción de seguirla a Terragaya. De ahí que descubrimos que la trama no va a ser nada sencilla y que el concepto sobre la vida y la muerte no es tan determinante sino que tiene sus matices y que el mundo de Terragaya tiene muchos secretos por revelar, conflictos entre personajes y enemigos temibles.

En segundo término hay que hablar de su jugabilidad. Souldiers sigue las bases clásicas de los metroidvania en todo sentido, pero agrega unos tintes de rol y soul like muy interesantes que vuelven la aventura mucho más entretenida. En primer lugar tendremos dos grandes decisiones para tomar al empezar a jugar: Elegir la dificultad y elegir nuestro personaje basado en el estilo de juego que queremos tener. 

Tendremos 3 dificultades para elegir y acá nuestra primera advertencia. Souldiers es un juego difícil, incluso en su dificultad más baja. De igual forma, en todo momento podremos cambiar la dificultad del juego desde el menú, aunque claro perderemos la posibilidad de desbloquear algunos logros en el camino.

En cuanto a la selección de personajes, esta sí será definitiva desde el primer momento. Podremos elegir entre un mago, un soldado o un arquero y esta elección será durante toda la aventura y determinará la forma de jugar todo Souldiers. Por lo cual anticipamos, nos encontramos con un grado de rejugabilidad muy interesante. En nuestro caso probamos un poco de todo pero para hacer el análisis decidimos ir al clásico soldado donde el ataque a corta distancia, el bloqueo y esquive serán vitales para las peleas.

Su sistema de combate toma las bases de los Dark Souls, por lo que cada enemigo presenta un desafío y puede eliminarnos. Ningún enemigo morirá de un solo golpe, ningún enemigo presentará patrones simples de esquivar y siempre estarán ahí para complicarnos las cosas (de hecho algunas veces, de manera totalmente injusta). Aún así lo encontramos muy fluido, con una gran variedad de enemigos como también una considerable variedad de arsenal a nuestro favor para enfrentarlos. Desde amuletos o ítems defensivos, objetos ofensivos para lanzar (que también sirven para desbloquear lugares como las bombas) y objetos consumibles como pociones de vida o la poción que nos permite hacer golpes críticos por un breve tiempo. Pero ojo, que los enemigos también tienen lo suyo, pudiéndonos provocar varios estados alterados como la hemorragia, el sueño o envenenamiento.

Por otro lado, nuestra arma principal (en el caso del soldado: la espada y el escudo) pueden mejorarse para hacer más daño o brindarnos más resistencia mientras que nuestro personaje subirá de nivel y con ello sus estadísticas aunque será de forma automática. Lo que no será automático al subir de nivel serán las maestrías dónde podremos aprender diferentes movimientos y mejorar algunos atributos. Otro agregado serán las habilidades, que se desbloquearan en situaciones puntuales del juego.

Por último, y su vuelta de tuerca más interesante, serán los orbes. 5 orbes distintos que iremos encontrando a lo largo de la aventura y que podremos intercambiar desde el menú o con nuestro stick derecho más rápidamente (algo totalmente necesario en algunos compases del juego) cada uno con un elemento característico para hacer que nuestro personaje haga daño de un tipo en particular (porque más adelante los enemigos serán inmunes a algún tipo de daño) y también nos abrirá el mapa de manera exponencial dando como resultado un backtracking de lo más interesante.

Y ahora sí es hora de hablar de los protagonistas, los niveles. Todo metroidvania tiene que tener un diseño de niveles lo suficientemente interesante como para invitarnos constantemente a querer descubrir sus secretos. Y Souldiers lo hace bien. Pero no solamente el diseño de sus mazmorras internas (la cual cada una tendrá su atmósfera, tipo de enemigos y mecánicas en particular) sino la manera en que todo se interconecta de una manera tan armónica de manera que no nos daremos prácticamente cuenta cuando pasamos de unos bosques a estar dentro de una pirámide. Abundaran las zonas de plataformas complejas, donde nuestra precisión debe ser la justa y en muchas ocasiones, serán a contra reloj, o muchos obstáculos estarán justo ahí para hacernos daño cuando menos lo esperabamos. Por lo cual advertimos nuevamente, Souldiers es un juego difícil y también un poquito injusto. Si tenemos que mencionar la primera crítica negativa es que encontramos a nuestro personaje un tanto "resbaladizo", por lo cual muchas veces nos ha jugado en contra, junto a algunas situaciones donde nuestro personaje se colgará de una pendiente inmediatamente cuando por lo general necesitamos sostener el botón de salto para hacerlo. Para cortar con el frenetismo, en ciertos momentos habrá que frenar y usar nuestro ingenio en diferentes puzzles muy bien planteados. Todo eso en amplios mapas por recorrer, algunos con varios niveles de profundidad, secretos y nuevos personajes por descubrir.

Pero todo lo dicho no podía resaltar tanto sin un apartado artístico realmente sobresaliente. De hecho, me atrevo a asegurar que es uno de los mejores que he visto en el mundo indie. Su dificultad perdería importancia si los movimientos de los personajes no serían tan fluidos y tan variados. Los diseños de enemigos, desde el esbirro más común hasta sus jefes de zona. Los diferentes personajes de la cuidad, con sus simpáticas personalidades, todo. Sus niveles, posiblemente, no llamarían tanto a investigarlos si no se verían tan hermosos. Sus diferentes capaz de profundidad entre lo que se muestra en primer plano y sus fondos en movimiento dan una hermosa sensación de frescura y detalle artístico cuasi demencial. Cada detalle está pulido a su máximo nivel con una devoción y amor por su creación que se notan al primer contacto. Cuando uno pensaba que el juego no lo podía sorprender más en ese sentido, nos damos cuenta de que el entorno reacciona de diferentes formas dependiendo el orbe elemental que tengamos equipado. Detalles que diferencian a los grandes juegos de obras sublimes. Todo eso acompañado de una banda sonora a la altura del resto de sus cualidades. Y en cuanto a su idioma, encontramos una ausencia total de voces por parte de los personajes y los textos en completo español.

Por último, es nuestro deber ser honestos y advertir que hemos jugado Souldiers en ambas generaciones de Xbox y su rendimiento en Xbox One FAT deja bastante que desear. No malinterpreten, el juego es totalmente jugable. Pero cada vez que guardemos partida, habrá unos 3 o 4 segundos en los que nuestros frames bajarán casi a cero. Mientras que los tiempos de carga son también bastante lentos. Por otro lado, cómo era de esperarse, en Series el juego corre de manera totalmente fluida.

Terminar Souldiers puede tomarnos aproximadamente unas 35 horas (sin explorarlo al 100 %) y si a eso le sumamos su gran grado de rejugabilidad, para probar otro personaje y sus mejoras, tenemos un título que puede tranquilamente darnos 100 horas de entretenimiento. Nos estamos dejando cosas por mencionar, bastantes de hecho, pero confiamos en que las descubriran por ustedes mismos. Claro que cómo mencionamos, no es un título para todo público. La paciencia y la habilidad tendrán que acompañarnos por partes iguales casi obligatoriamente. 

  • Desarrollado por: Retro Forge
  • Distribuido por: Dear Villagers
  • Plataformas: Xbox One, Xbox Series, PC, Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5
  • Fecha de lanzamiento: 2 de junio de 2022
  • Web oficial

*Código proporcionado por Dear Villagers*