ANÁLISIS: TUNIC

Por Andres Belluzzi

La industria de los videojuegos tiene grandes referentes. Algunos más modernos, otros que estuvieron ahí… hace 3000 mil años. O bueno, no tanto. Títulos que han logrado dejar una huella por generaciones de consolas, sea por su estilo jugable, sus mecánicas, su forma de contar historias e incluso por inventar géneros. Franquicias que han servido de inspiración para muchos otros videojuegos en lo que va de su historia. Y este, es un caso más que claro.

Para los veteranos del mundo gamer, al ver el primer trailer de Tunic no nos llevó demasiado darnos cuenta en que gran franquicia se inspiraba y a quien rendía homenaje. Pero, honestamente, Tunic no es solo un Zelda en su apariencia, sino en toda regla.

Hablar de Tunic sin intentar spoilear es algo realmente difícil. Comúnmente uno se cuida de no generar spoilers sobre la parte narrativa de un videojuego, pero en este caso se torna mucho más difícil porque la mística de Tunic está en, justamente, ir aprendiendo como jugar a medida que uno lo está haciendo. Y es que en ningún momento el juego nos explicará con un tutorial o alguna guía que tenemos que hacer, con que botones hacerlo o para qué sirve cada cosa que agarremos o nos rodee en su mundo.

Esta característica principal ¿lo hace un juego difícil? No necesariamente, pero sí un título particular y que no es para cualquier tipo de público. Lo dijimos en la intro del video, la inspiración es clara y no solo desde su aspecto o jugabilidad, sino desde lo más intrínseco del título. Nos ha recordado a esos clásicos títulos de The Legend Of Zelda en que no teníamos más que la curiosidad y el ingenio (y con suerte alguna guía) para saber cómo avanzar en su historia. Donde la lógica formaba parte indispensable de la jugabilidad, y los secretos estaban a la orden del día.

Y en ese sentido Tunic nos devuelve un hermoso guiño a los jugadores de la vieja escuela con un manual o guía dentro del juego que iremos encontrando sus páginas, el cual se volverá INDISPENSABLE si queremos entender cómo jugar y que es, sin lugar a dudas, su mayor acierto. Una apuesta arriesgada, por eso decimos que no es un título para cualquiera, pero muy satisfactoria para quienes le gustan los retos.

De hecho, podemos decir que el juego avanza en gran medida gracias a encontrar las hojas del manual por diferentes lugares de su mundo, nos ayudará a comprender para qué sirven los objetos, el mapa de los diferentes lugares o incluso algo tan básico como la distribución de botones. Todo eso explicado en un manual artísticamente hermoso, interactivo en algunas partes y con anotaciones al mejor estilo vieja escuela.

Dicho esto, aún así podemos dar algunas líneas generales que no comprometan a la experiencia a la hora de jugar Tunic. La primera viene de la mano con lo antes dicho y es que el juego quiere desorientarnos en gran medida, para luego ayudarnos a comprender. De hecho, nuestro primer contacto con el juego nos hizo pensar que faltaba traducción en algunos textos, pero no. El juego usa su propio lenguaje (que también forma parte de sus puzzles) en casi todos lados.

 

Otro de los apartados generales, es su dirección artística. Tunic se ve realmente hermoso y se nota el gran cariño que le han dedicado. Sus diferentes zonas son realmente muy satisfactorias de recorrer, incluso las más hostiles. Su diseño de niveles y puzzles respeta la vieja escuela como pocos títulos modernos, lleno de pasajes ocultos, items escondidos donde menos lo pensábamos e ingeniosas formas de encontrarlos.La musica por su parte, se vuelve una compañía muy agradable en los momentos de exploración y muy tensa en los combates contra enemigos. Por otro lado, el diseño de estos es bastante satisfactorio, si bien no son una inmensa mayoría, si se logran distinguir en base a las diferentes zonas del juego y presentan un reto bastante considerable bebiendo un poco de la saga souls en donde cada combate, por mínimo que sea, tiene relevancia y puede significar la muerte.

Hablando de ella, y también de la saga souls, al morir nuestra alma quedará en el lugar dándonos la posibilidad de retornar a ella, dando segundos de invulnerabilidad y también para recuperar las monedas perdidas que, tranquilos, no serán todas sino una simple porción.


Por otro lado, los jefes son un desafío mucho mayor, más de uno nos ha dejado atorados por un buen rato por lo que nuestros reflejos y las diferentes estrategias serán de vital importancia si no queremos sufrir más de la cuenta. Por lo general hemos encontrado que su mayor dificultad (y hasta cierto punto, injusticia) se marca en los ataques que cubren grandes áreas o recorren mucho terreno, mientras que nuestro pequeño zorro solo tiene una hitbox muy corta y poco margen de movimiento al menos en los primeros compases de la aventura. 

Por qué sí, si bien no podemos comentar demasiado cómo se va desarrollando el juego, podemos advertir que se preparen para mejoras muy sustanciales, vueltas de tuerca y mecánicas que, si bien no inventan nada nuevo, van muy bien con la sintonía del juego. Insistimos, muchas de las mecánicas y lógicas de los videojuegos clásicos y modernos están presentes en Tunic, pero la mayor virtud, y a la vez dificultad, es descubrirlas. Muchas cosas aparecerán tras abrir un cofre sin saber bien para qué servirán, pero nuevamente nuestro manual estará ahí para darnos una mano. Porque Tunic es eso, un descubrimiento de principio a fin. Un mundo de secretos.

 

Tunic se comercializa en la tienda argentina de  Xbox a $2128 más impuestos o bien se puede disfrutar de él desde el día de su lanzamiento en Xbox Game Pass.

Hemos jugado Tunic en una Xbox Series S y su rendimiento realmente es excelente. A lo largo de la aventura, que nos ha tomado más de lo que pensamos - 20 horas aprox - (un poco por su dificultad y otro tanto porque algunas veces no sabíamos cómo continuar ni por donde) nos hemos encontrado con una extraña partida guardada que no logramos descubrir su finalidad, un error en el que nuestra curiosidad nos ha pasado factura, y alguna que otra injusticia de combate, pero nada que ensucie su pulida jugabilidad, su hermosa artística y su logrado homenaje a los clásicos del género.

  • Desarrollado por: Andrew Shouldice, TUNIC Team
  • Distribuido por: Finji
  • Fecha de estreno inicial: 16 de marzo de 2022
  • Plataformas: Xbox One, Xbox Series, PC, Mac OS

*Código de review proporcionado por Finji*