ANÁLISIS: ELEX II

Por Ariel Fuentes

  • Desarrollado por: Piranha Bytes
  • Publicado por: THQ Nordic
  • Fecha de lanzamiento: 1 de Marzo 2022
  • Plataformas: Xbox One, Xbox Series, PlayStation 4, PlayStation 5, PC.

Uno de mis mejores amigos, Charly, no es demasiado gamer... pero hace algún tiempo me contó que había jugado a un título que lo atrapó. Para mi sorpresa, se trataba de un RPG europeo relativamente desconocido: Elex, que él mismo describía como “el resultado de meter a Assassin´s Creed y a Fallout en una coctelera”. Que un juego de ese estilo le haya gustado a alguien relativamente ajeno a los videojuegos me generó intriga.

Este primero de Marzo de 2022 se publicó la segunda entrega de este misterioso juego que atrapó a mi amigo, y acá estamos para analizarlo. Soy Ariel. Bienvenidos a nuestra review de Elex II.

Piranha Bytes es una pequeña empresa de 33 empleados, con cuarteles en Essen, Alemania, y tiene en su haber las trilogías de rol Gothic y Risen, ambas relativamente bien recibidas por los medios y el público general. El estudio ha sido criticado por publicar juegos algo rústicos, menos pulidos que los AAA occidentales contemporáneos, pero también se le reconoce contar con mucho talento e ideas creativas.

Elex II comienza 166 años después de un evento cataclísmico que reseteó la civilización. Continúa la trama del primer juego, que fuera publicado en 2017 y que presentó a ese mundo devastado, en el que diversas facciones se disputan un recurso capaz de otorgar propiedades sobrenaturales a sus poseedores.

Lo primero a decir, y lo más obvio sobre este entorno es que mezcla elementos de fantasía medieval con otros de ciencia ficción futurista. Hay construcciones antiguas derruidas, pero también armaduras cibernéticas; hay combate meleé con espadas y hachas pero también rifles de plasma.

El mundo de Elex se llama Magalan, y es un planeta cuya faz cambió profundamente tras el impacto de un cometa. Como se reveló al final del primer juego, esa fue la primera fase de una invasión alienígena que ahora tendremos que enfrentar directamente, aliándonos con antiguos enemigos y tejiendo una red de resistencia para tener chances de sobrevivir. Ese es el núcleo de Elex II: recorrer el escenario buscando y completando misiones para miembros de distintos grupos en pos de ganar sus favores y fortalecer nuestro futuro ejército.

Estas facciones están bien diseñadas y no son tan evidentes en sus intenciones como puede verse en otros juegos más simples. Están los Albs, de donde proviene originalmente nuestro protagonista, el no muy carismático Jax. También están los Clérigos, los Morkons, y otras agrupaciones con motivaciones variadas y bien pensadas, que juegan una especie de ajedrez político y militar relativamente complejo y en que se tomarán decisiones que no siempre estarán del todo claras. Aquí hay influencias claras de Mass Effect y Fallout, en tanto nosotros somos el factor decisivo en el tejido de un equilibrio de poder potencialmente conflictivo. Algunos de nuestros compañeros no estarán cómodos si encaramos ciertas acciones, o por el contrario, aprenderán a respetarnos y ganaremos su confianza. En este apartado, Elex II hace gala de un buen nivel de inteligencia y sofisticación.

Lo que no es muy inteligente ni sofisticado es el combate, por lo menos al comienzo de nuestro recorrido. Vamos a pasar varias horas sobreviviendo sólo con un simple arma meleé para defendernos.

Después de haber pasado algunos días en Elden Ring, el sistema de peleas de Elex II se sintió extremadamente rudimentario, en comparación. Aunque hay una interesante variedad de armas, los movimientos son simples, las animaciones no siempre están al nivel esperable para un juego actual, y los golpes y disparos no se sienten contundentes. Además, generalmente pueden darse situaciones muy incómodas, como tener que enfrentar enemigos aéreos sin tener más instrumentos que un arma cuerpo a cuerpo.


Afortunadamente, Elex II nos deja elegir entre varios niveles de dificultad: cabe decir que incluso en Historia, el más fácil, potencialmente tendremos problemas hasta dominar los aspectos básicos de la movilidad, el daño y los subsistemas a gestionar.

Hay una cantidad muy abultada de misiones por realizar, muchas de las cuales podemos ir emprendiendo en simultáneo. Para que tengan una idea, hay un logro por completar 300 misiones. Aunque no suelen tener el nivel de creatividad de juegos de rol destacados como The Witcher 3, muchas nos gustaron, y hay cierta variedad. La mayoría consiste en eliminar a X cantidad de enemigos o criaturas, pero también podemos ayudar a NPCs de distintas maneras. Realizar o no determinadas misiones implicará que algunas porciones de la trama queden activadas o bloqueadas, por lo que nuestro paso por Magalan puede ser ciertamente distinto al de un jugador que haya elegido otro camino.

Hablando de NPCs: la mayoría de los personajes no tienen una rutina dinámica, por lo que el mundo se siente algo estático. En esa misma línea, la inteligencia artificial de los enemigos deja bastante que desear: generalmente están quietos en un lugar específico del mapa, esperando que nos acerquemos lo suficiente como para tornarse agresivos.

La primera mitad del juego está cargada de enemigos bastante repetitivos, generalmente reptiles bípedos o fauna salvaje. Más adelante tendremos que aprender a pelear con rivales muy bien equipados y cuya capacidad de destrucción habitualmente supera a la nuestra. Las batallas con jefes son desafiantes en cualquier dificultad, muchas veces obligándonos a escondernos para recuperarnos.


La curiosa mezcla de elementos de fantasía medieval y alta tecnología nos llevará por lugares tan diversos como ruinas antiguas y bases militares de avanzada. El mapa es considerablemente extenso y experimentar todo su contenido nos podría llevar, según los mismos desarrolladores, un mínimo de 60 horas. Entre los mejores elementos del juego mencionaremos al jetpack, que nos acompaña desde el principio pero podremos ir haciendo evolucionar hasta sentirnos casi como Iron-Man. Este artilugio le suma mucha libertad y verticalidad al juego y se siente muy placentero de usar.

Aunque supera claramente a su predecesor, Elex II sigue estando por debajo de los estándares actuales de una gran producción. En nuestra Serie S, los cuadros por segundo fueron inestables y se mantuvieron casi todo el tiempo por debajo de la línea de los 30, que suele ser un mínimo para disfrutar de cierta fluidez en pantalla. Como contrapartida, esa misma sencillez técnica termina otorgando una inesperada ventaja: como los polígonos y texturas son rudimentarios, los tiempos de carga son excelentes. Debe tratarse de uno de los juegos donde nos resultó más cómodo realizar viajes rápidos, que –por otra parte- son bastante prácticos dada la extensión del mapa.

Como muestra del humilde nivel gráfico del juego: esta es una foto de Dex, el hijo del personaje principal. Pero corriendo en tiempo real, se ve así.

Por momentos, el juego lograr mostrarse visualmente rico, con vegetación frondosa que se agita por el viento, efectos climáticos decentes y una iluminación dinámica según el momento del día. En varias ocasiones nos trajo reminiscencias a Morrowind y a Oblivion, de la saga Elder Scrolls.

 

Sobre el sonido, sólo mencionar que funciona correctamente. La música nunca se destaca, pero acompaña y da un ambiente adecuado. Las voces están, como es de esperar, actuadas con menos profesionalismo que en producciones más ambiciosas... por lo menos en su doblaje Inglés, que fue el que jugamos. Tenemos muy buenas referencias de la versión nativa en alemán, y destaquemos que no hay doblaje en Español.

Un último comentario antes de pasar al balance: al no haber jugado al primer título de la serie, en Elex II sentí que estaba perdiéndome referencias constantemente. Esto no me impidió disfrutar del juego, pero los personajes tenían amores, rencores y guiños entre sí cuyo trasfondo yo no conocía. Recomendamos, entonces, intentar jugarlo sólo después de haber pasado por el primer título. En el store argentino de Xbox, Elex II tendrá un precio de $2199 pesos.

Elex II toma la posta de su interesante antecesor y eleva un poco la vara, expandiendo su creativo universo y ofreciendo una síntesis única entre magia, elementos medievales, y ciencia ficción. Aunque sus valores de producción son humildes, tiene una buena historia por contar, y toma inspiración en algunas de las franquicias más respetadas de la industria, como Fallout y Mass Effect. Lamentablemente, tal vez queda parcialmente condenado al fracaso comercial por su desafortunada fecha de lanzamiento: vió la luz apenas 4 días después que el inmenso Elden Ring, que es bien distinto pero también disputa la atención de los interesados en los RPG, y que ya está siendo considerado uno de los mejores títulos de la historia.

¿Qué opción le queda entonces a Elex II? Quizás evolucionar técnicamente para ofrecer un mejor rendimiento, y por otro lado, bajar de precio para tentar a los roleros una vez que quieran tomarse un recreo entre largas sesiones de Elden Ring. Detrás de sus mejorables elementos técnicos y de su aparentemente humilde presupuesto, se esconde un juego ambicioso e inteligente, con una muy buena historia por contar. Es un juego que, conociendo sus limitaciones, juega muy bien sus cartas, elegidas de entre lo mejor del rol occidental de los últimos 20 años.

*Código de review proporcionado por THQ Nordic*