ANÁLISIS: NBA 2K22

Por Ariel “Kaji” Fuentes

Un año más, y llega a nosotros otra versión de la serie NBA 2K, el simulador de básket que nació en 1999. Los fanáticos de este espectacular deporte no tienen otra opción, dado que el gran competidor de NBA 2K -el viejo y malogrado NBA Live de EA Sports- ya no existe como tal. ¿Qué implica esto para los consumidores? ¿Es positivo que un título único domine el mercado?

NBA 2K nació de la mano de Sega, que se hizo cargo de la franquicia hasta 2005. Fue entonces cuando 2K tomó el control y continuó la evolución de lo que es, esencialmente, un simulador de básket cada vez más realista.

Los NBA 2K son inmensamente populares, especialmente en Estados Unidos, donde se ubican permanentemente en la cima de los ránkings de los juegos más jugados en Xbox. En el resto del mundo, dado el seguimiento global que la NBA logró a partir de Michael Jordan, también son muy exitosos.

No hace falta mucha ciencia para explicar de qué se trata: un juego que recrea al detalle esta hermosa disciplina atlética; confieso que siempre fue mi deporte favorito, muy por encima del fútbol. Los NBA 2K cuentan con la licencia oficial de la célebre liga norteamericana, por lo que todos los jugadores de todos los equipos estarán aquí fielmente representados, tanto en aspecto como capacidades. La totalidad de las reglas del básket están incluidas, aunque siempre podremos toquetear las opciones para ser un poco más flexibles. ¿Queremos que no haya faltas, por ejemplo? ¿Queremos que nuestro jugador sea infalible en los bloqueos? Podremos lograrlo.


Los menúes de NBA 2K 22 son, siguiendo la tradición de la serie, completa e intuitiva. Hay muchos colores y muchas opciones por todas partes.

Antes de empezar con las críticas negativas, destaquemos algo muy importante: en el núcleo de NBA 2K está la que probablemente sea la mejor simulación de la NBA jamás creada. En su objetivo básico de permitirnos jugar virtualmente al básket, NBA 2K 22 da otro pequeño paso evolutivo y agrega detalles que perfeccionan lo que ya venía siendo un producto muy logrado. Este año se da mayor importancia a la fatiga sufrida por los jugadores, y al marcaje personal cerca del aro. Más que nunca, alguien desprevenido puede pensar que está viendo un partido real si mira nuestra pantalla cuando estamos jugando.

La inmensa mayoría de los elementos visuales son una fiesta. Tanto en nuestra Xbox One X como en nuestra Serie S el juego se vio espectacular, funcionando sin problemas y alcanzando un nivel gráfico altísimo. En las máquinas antiguas, podemos aprovechar los tiempos de carga, que son moderados, ajustando nuestra alineación y otras configuraciones. Toda la parafernalia que rodea a la NBA está presente en detalle.

Como siempre, hay mucha música nueva y los comentarios son tan amplios que sorprenden. Después de muchas horas, vamos a seguir escuchando referencias nuevas a tal equipo o tal jugador.

Hablando de jugadores: esta vez se ven mejor que nunca. Sigue habiendo detalles increíbles, como que Jordan saque la lengua cuando se acerca volando hacia el aro. Las camisetas, la transpiración y las animaciones son de primera categoría.


Queremos destacar que NBA 2K sigue agregando más y más contenido histórico con cada entrega. No sólo podremos usar los equipos de la inminente temporada, sino también selecciones nacionales destacadas (como el Dream Team de 1992 o el equipo de Estados Unidos de 2016), equipos femeninos, agrupaciones de los mejores jugadores de cada década, los mejores jugadores que hayan pasado por cada equipo o -lo que para nosotros es tal vez lo más interesante- una colección amplia y creciente de equipos legendarios. Quienes valores la inmensa historia de la NBA van a valorar poder elegir a los Celtics de Bill Russell, los Lakers “showtime” liderados por Magic Johnson, los Bulls de Jordan, varias encarnaciones de los Spurs de Duncan, Parker y Ginóbili, y muchos más.

No todos los grandes juegos deportivos ofrecen esta posibilidad, y creemos que deberían. Imagínense que Fórmula 1 o FIFA prestaran este nivel de atención al propio pasado de sus respectivas disciplinas. En ese sentido, NBA 2K es un museo digital en constante evolución, lleno de información y contenido, y nos permite concretar encuentros que de niños sólo hubiéramos soñado.

La jugabilidad está muy lograda, y es accesible desde el comienzo pero obviamente otorga ventajas al jugador experimentado. En un par de horas vamos a dominar los controles básicos, y nos iremos sorprendiendo por la versatilidad que permite: con apenas un par de botones podremos rotar la formación, tirar alley-oops, y muchísimo más.

Hay muchos modos de juego: partidos rápidos, MyTeam (similar al Ultimate Team de FIFA, donde deberemos ir ensamblando nuestro propio equipo a partir de un sistema de cartas de diferentes calidades), ser los Directores de una franquicia, entrenamientos, y mucho más. En este sentido, también variedad para todos los gustos.

Hasta aquí, todo excelente. Un gran simulador, con muchísimo contenido, y una jugabilidad que ha evolucionado durante más de dos décadas. ¿Qué podría salir mal? ¿Cerramos la review y nos vamos corriendo a comprar NBA 2K 22 con una sonrisa?

Bueno, no. Esperen. Hay malas noticias.

Alrededor de todo ese contenido de calidad, y de esa excelente simulación deportiva, hay un agresivo sistema de monetización que intentará sacarnos dinero permanentemente. NBA 2K ha estado cargándose de cierta infamia por esta razón en los últimos años, pero con la entrega de este año todo llega a un nuevo nivel de insulto.

Las mejoras del modo MyPlayer, en el que crearemos y haremos evolucionar a un jugador a lo largo de su carrera por la NBA, son obtenibles jugando mucho… pero el juego constantemente nos recuerda que, en lugar de perder cientos o literalmente miles de horas, podríamos desembolsar algunos dólares y ahorrar tiempo. Cualquier pieza de indumentaria (remeras, zapatillas, etcétera) también cuesta muchas “virtual coins”, esas monedas digitales que NBA intenta ofrecernos constantemente y de una forma muy intrusiva.

Ambas generaciones del juego cuentan con un lobby virtual para que nuestro jugador entrene y vaya de compras: en Xbox One es el “Barrio”, y en Xbox Series es la “Ciudad”, más amplia y dinámica. En los dos casos, vamos a estar trotando incómodamente por espacios muy poco interesantes y meramente destinados a que gastemos dinero en objetos virtuales. Nos resultó un agregado poco necesario, poco realista, en el que la fantasía que rodea al básket se lleva a un extremo delirante. Sólo para tener un punto de comparación, imaginemos la famosa Torre de Destiny, pero mucho peor diseñada, incómoda, lenta de navegar, y aún más orientada a las microtransacciones. Una pesadilla.


El multijugador es parte importante de la experiencia, y hay opciones a montones. Lamentablemente, nuestros 300 megas de conexión no fueron suficientes para ofrecer una experiencia estable, quizás por la mencionada popularidad del juego en América del Norte: aparentemente no muchos latinoamericanos habían pagado por NBA 2K cuando hicimos esta review.

La versión de Xbox One de NBA 2K 22 cuesta $5999 en el store argentino de Xbox, sin contar impuestos. El “Paquete Multigeneracional”, que permite acceder a las versiones para ambas familias de consolas y que fue el que reseñamos, cuesta $7032. La Edición 75 Aniversario cuesta $9990 pesos, y suma -a cambio de ese hostil precio- 100.000 monedas virtuales y una serie de objetos para los modos MyTeam y MyPlayer, que, como dijimos, son el núcleo de la experiencia.

¿Qué balance podemos traerles sobre NBA 2K 22? Nuestra perspectiva es agridulce: por un lado, el motor de simulación de la serie sigue mejorando, y los partidos en sí son mejores, más divertidos y realistas que nunca antes. Se siguen agregando equipos históricos, algo que siempre consideramos positivo, y podemos poner a jugar a Kevin Durant junto al mítico Jordan, o diseñar cualquier otra colaboración o duelo que imaginemos. En ese sentido, es fantástico: un gran juego de básquet, repleto de contenido y opciones.

Del otro lado de la cancha, una amenaza que se veía venir pero que este año ha tocado un techo impensado: una monetización extremadamente invasiva, que evidentemente se basa en -por un lado- la falta de competencia que NBA 2K tiene a partir de los fracasos de su eterno rival, NBA Live. Por otro lado, 2K está sabiendo explotar la popularidad y la adicción que estos juegos consiguen entre los muchos seguidores de este fascinante deporte.

A menos que seamos fanáticos muy dedicados de la NBA y que tengamos algún billete extra para gastar en microtransacciones, nos parece que será mejor esperar a un descenso en el precio.

  • Desarrollado por: Visual Concepts
  • Publicado por: 2K Games
  • Fecha de lanzamiento: 10 de Septiembre de 2021
  • Plataformas: Xbox One, Xbox Series X/S, PlayStation 4/5, PC, Nintendo Switch, Apple Arcade.

*e *Este análisis fue realizado con un código proporcionado por 2K Sports*