Por Ariel "Kaji" Fuentes
La joya de la corona. El supuesto videojuego más caro de la historia. El título más importante de una de las empresas más poderosas de la Tierra. Hay mucha presión sobre Halo Infinite, la próxima entrega de la saga del Master Chief. Desde Colectiva Xbox, pudimos probarlo como invitados a las primeras pruebas técnicas. ¿Quieren conocer nuestras impresiones? Soy Ariel. Bienvenidos.
Halo Infinite fue anunciado en la E3 2018, donde se mostró que correrá bajo un motor totalmente nuevo, el Slipspace Engine. Obviamente, generó mucho revuelo: Halo ya no es el titán cultural que supo ser en la primera década de este milenio, pero sus éxitos o fracasos sin dudas impactan en la fuerza de Xbox como marca. A pesar de todo el agua que corrió bajo el puente, discutiblemente sigue siendo el exclusivo más importante de la casa de Redmond.
Es sabido que Bungie abandonó Microsoft en 2010 para irse a diseñar otro shooter espacial, Destiny. Bungie se resistió a seguir produciendo un Halo tras otro y vendió la valiosa IP protagonizada por el Jefe Maestro a cambio de su independencia. Microsoft desarrolló entonces un estudio entero para dedicarlo a Halo, 343 Industries, aunque desde entonces la franquicia ha pasado por más penas que glorias.
Las entregas a cargo de 343 siempre sufrieron algún tipo de controversia: Halo 4, de 2012, fue considerado demasiado parecido a Call of Duty y criticado por incluir cambios importantes en el multijugador. Halo 5, de 2015, ofreció sin dudas la jugabilidad más refinada de la saga pero cayó víctima de una campaña desastrosa, odiada por gran parte de la comunidad por sus incoherencias y promesas sin cumplir.
Por si fuera poco, cuando vimos por primera vez a Halo Infinite funcionando en tiempo real, sufrimos una indisimulable decepción: una iluminación de calidad discutible, texturas que no eran muy convincentes, una jugabilidad que no sorprendió a nadie -más allá de la confirmación del rumoreado gancho- e interminables memes. Microsoft supo controlar el daño incluso utilizando un poco de humor, y tomando la carísima decisión de posponer a Infinite, que originalmente iba a ser el título de lanzamiento más importante de la nueva generación. El casco del Chief todavía está impreso en la caja de cada Series X.
En la E3 de este año el juego volvió a salir a la luz tras mucho trabajo para mostrar su esperado apartado multijugador, y esta vez la recepción del público fue mucho más positiva. Ahora, 343 preparó invitaciones para algunos veteranos de Halo pudieran probar este ambicioso título por primera vez. Parece que nuestras credenciales en la saga Halo le parecieron suficientes a 343 y conseguimos una entrada. Los contamos lo que vimos, porque nos dieron permiso.
Esta prueba técnica para “Insiders” apuntó principalmente a testear cómo funciona el multijugador de Halo Infinite. Servers, lobby, conexiones entre jugadores y balance entre armas, entre otras variables a calibrar antes de que el juego se lance dentro de algunos meses. 343 advirtió que se trata de una versión relativamente antigua, por lo que sería conveniente no ponerse a analizar en detalle los aspectos técnicos: aún así, basta decir que corre a 4K y hasta 120 frames en la Series X, 1080 y hasta 120 frames en la Series S, 4K y 30 frames en la One X y 1080 y 30 frames en las viejas One fat o One S. Sospechamos que es el último mega-juego first party que ofrecerá soporte en las viejas consolas lanzadas en 2013.
El acceso a la prueba nos permitió probar varias armas en la Academia, con una serie de desafíos por puntos, y en partidas de 4 humanos contra 4 bots en algunos mapas que serán incluidos con el juego.
Nuestras primeras impresiones fueron positivas. Como dijimos, creemos que para sacar conclusiones técnicas sobre Halo Infinite habrá que esperar otros meses. Para conformar a los ansiosos, podemos adelantarles que se ve bien y corre estable en nuestra Series S, aunque el pasaje al nuevo motor gráfico por momentos nos resultó chocante. Sí, sin dudas es Halo, pero el cambio en la dirección de arte y las diferencias en los diseños de algunas armas por momentos nos generaron una sensación extraña. Tenemos que admitir que visualmente no nos deslumbró: nuestra opinión es que no se ve significativamente mejor que otros shooters como Doom Eternal o Titanfall 2, y que tal vez ni siquiera le saque ventaja al mismísimo Halo 5 (que sí, tuvo una campaña pésima pero se veía descomunal).
Los mapas
disponibles eran más bien intrincados, aunque con pocas sorpresas, y sin dudas
tenían un aire a mapas clásicos de Halo, pero con mayor complejidad geométrica
y mejores efectos gráficos: aún así, se nota que todavía falta trabajo.
Las buenas noticias: a pesar de todos los cambios, la jugabilidad de Infinite ya se siente muy bien. 343 Industries está muy preocupada por recuperar la esencia de lo que llevó a Halo a ser una de las franquicias más queridas de todos los tiempos, pero también tienen decidido escuchar a la comunidad para aplicar las innovaciones que sean necesarias para estar al día. Esto es un balance muy delicado y nunca se logrará convencer a todo el público, especialmente si tenemos en cuenta que Halo Infinite será jugado por millones de personas (el apartado multijugador será completamente gratuito, y el juego completo estará disponible en Game Pass).
Las armas iniciales son las tradicionales: nuestro adorado Rifle de Asalto, que parece ser más potente que nunca, y la vieja pistola, que recorrió el camino inverso: ya no es contundente como en Halo Combat Evolved, sino que requiere muchos disparos para lograr una eliminación. Vemos a viejos conocidos, como el, Battle Rifle, el Sniper y el Needler, algunas nuevas armas Covenant y también un par de inclusiones del arsenal de los Banished, la nueva facción enemiga. Pueden probar a la mayoría de ellas en la mencionada Academia: todas se sienten bien y se controlan con soltura. Los diseños de las armas muestran gran calidad, así como sus animaciones de recarga y sus sonidos. Como novedad, si presionamos el direccional derecho podemos soltar lo que tengamos equipado.
También hay nuevas opciones para desplegar en el campo de batalla, como sobreescudos, invisibilidad o el esperadísimo gancho, que -como pudimos comprobar- es tan satisfactorio de usar como imaginábamos.
Nuestros Spartans
pueden correr como en Halo 4 y 5, aunque eso los hará aparecer en el radar.
También pueden trepar como en Halo 5, aunque han perdido algunas de las
habilidades que se habían implementado en aquel juego. El diseño de las armaduras MJOLNIR apunta a los clásicos, siendo más parecido al de Halo 2 y 3 que a la estética arriesgada de los juegos más recientes.
Esta prueba técnica nos dio acceso a un prototipo del Pase de Batalla para que pudiéramos probar algunos colores y diseños, aunque la verdad es que la variedad fue limitada. Sabemos que el juego completo incluirá una gran cantidad de opciones para customizar a nuestro guerrero, que además se verá exactamente así en el multijugador, abandonando la vieja grieta entre Rojos y Azules.
Además del tradicional comentarista, esta vez estaremos acompañados por una Inteligencia Artificial, a mitad de camino entre Cortana y los ghosts de Destiny, que también nos hablará durante las batallas.
Ahora podemos ver a nuestro equipo estén donde estén, y además los Spartans se comunicarán mediante voz para otorgar pistas extras sobre el desarrollo de la partida.
Durante los tres días que duró la prueba, fuimos enfrentando a bots de diferentes calidades: primero Marines, fácilmente derrotables. Luego ODSTs, equivalentes según 343 a un humano de rango Oro. Y por último a bots de nivel Spartans, supuestamente inspirados en jugadores humanos de rango de Platino. Curiosamente, y a pesar de nuestra limitada habilidad y del óxido que teníamos encima, no llegamos a perder ninguna partida… pero la verdad es que estos bots, que aparecen por primera vez en un juego de la franquicia Halo, fueron muy derrotables. Hacia el final de las horas de prueba, se habilitó la posibilidad de enfrentar a otros humanos, generando combates más impredecibles.
En lo que parece haber sido un gran descuido, 343 Industries dejó datos relacionados a la campaña del juego incluidos en el código de esta build: cuidado con los spoilers que ya andan dando vueltas por lugares tóxicos de Internet.
Nuestra conclusión: agradecemos a 343 Industries la posibilidad de participar en esta primera muestra de lo que nos espera en Halo Infinite. Contra lo que algunos pudieran suponer, esta prueba técnica apuntó más al funcionamiento de los servidores y al equilibrio competitivo que al aspecto gráfico del juego, que probablemente seguirá mejorando de aquí a los meses que faltan hasta el lanzamiento de Halo Infinite. Debemos admitir que ver corriendo a Halo Infinite no nos impresionó a nivel visual, aunque funcionó correctamente en ambas generaciones de consolas; la jugabilidad, que es lo más importante, ya es satisfactoria y representa un buen equilibrio entre tradición e innovación. Las impresiones de gran parte de los participantes han sido positivas y 343 ya nos estuvo pidiendo opiniones para seguir perfeccionando este título, que podría darle a Microsoft el cierre de un gran año. En lo personal, quedamos con ganas de más, y eso es un muy buen signo.
Halo Infinite se lanzará a finales de este año para Xbox One, Xbox Series, PC, Xbox Game Pass en una fecha por confirmarse.