REVIEW: Monster Jam Steel Titans 2

Por Ariel “Kaji” Fuentes

Los “monster truck”, o “autos monstruo”, son una categoría automovilística razonablemente popular en Estados Unidos. Aunque en el resto del mundo la situación es bien distinta, sabemos bastante de ellos, porque han estado presentes en la cultura popular de las últimas décadas, incluyendo numerosas apariciones en los videojuegos: desde aquel primitivo Bigfoot para NES que Acclaim publicó en 1990, pasando por los míticos Monster Truck Madness de Terminal Reality y la misma Microsoft, en la segunda mitad de aquella década.

Cuando tenía 8 años y colgué un poster de un auto monstruo en mi pieza, soñaba con el momento en que los videojuegos fueron lo suficientemente avanzados como para recrear fielmente la experiencia de pilotar una de esas feroces bestias mecánicas. ¿Llegó la hora?

Este juego es la continuación de Monster Jam Steel Titans, lanzado en 2019 y tibiamente recibido por la crítica y el público. La misteriosamente prolífica THQ vuelve a la carga con una secuela que tal vez pocos desearon, pero que por alguna razón llegó a concretarse.

Los 38 vehículos disponibles pertenecen a la categoría “monster truck”: básicamente, son camionetas dotadas de enormes neumáticos y de un doble sistema de dirección, lo que les permite ser literalmente todo-terreno y, además, realizar acrobacias impensables para otro tipo de máquinas. Aunque están agrupados según elementos estéticos, las diferencias en prestaciones son menores, y nuestra elección probablemente termine basándose en la estética que prefiramos. Hay algunos autos monstruo más bien tradicionales, del estilo pick-up; también hay algunos con decoración exagerada basada en animales o en franquicias ficticias, o bien un típico autobús escolar, que fue el que nosotros elegimos la mayor parte del tiempo. Cabe destacar que el juego posee la licencia oficial de Monster Jam, una liga real de autos monstruo que visitó la Argentina a fines de 2018.

Cada vehículo irá ganando prestaciones a medida que lo utilicemos y ganemos experiencia a bordo. No tenemos un control detallado sobre las mejores aplicadas, más allá de poder desbloquear y pintar algún color especial.


Monster Jam Steel Titans 2 usa como base a un delirante mundo abierto, relativamente pequeño, que consiste en un puñado de cinco zonas claramente diferenciadas entre sí. La primera es un campamento como cualquiera visto en alguna película estadounidense; otras tienen elementos muy poco realistas, como casas de perro y areneros gigantes, o montañas con autos monstruo gigantes tallados en la roca. Más adelante recorreremos escenarios futuristas, con guiños a franquicias como el mismísimo Halo. Cada zona ofrece, a su vez, un puñado de eventos variados: algunos eventos son acrobáticos, otros en formato carrera, y poco más. Los escenarios son geográficamente diversos pero no esperemos deformación del terreno como la vista en otros títulos.

Aunque las físicas básicas son convincentes, y nuestros monster trucks se comportan de forma más o menos cercana a como esperaríamos que lo hicieran en la realidad, este título no apunta a ser una simulación. Por el contrario, hay numerosos aspectos que muestran que sólo persigue ofrecer momentos de diversión liviana, sin grandes complicaciones. Por ejemplo, no hay daños mecánicos, sino sólo estéticos: aunque las colisiones pueden ir desprendiendo los paneles de la carrocería, nuestro vehículo nunca dejará de funcionar al máximo. Además, hay un exagerado sistema de nitro, y las piruetas son bastante más dramáticas que las verdaderamente posibles.

Los gráficos están muy por debajo de los mejores juegos de conducción. Aunque no parece haber grandes problemas de rendimiento, y algunos detalles (como los neumáticos, o el esqueleto del chasis) están bien representados, en general la presentación del juego está fuera de tiempo. Las texturas son simples, los entornos no demuestran gran inspiración, y sólo los vehículos son satisfactorios a la vista.

Hay una variedad interesante de cámaras a elegir, aunque notamos rápidamente que conviene utilizar una tradicional en tercera persona. Manejar desde el interior del auto monstruo puede ser claustrofóbico y poco práctico, porque frecuentemente no veremos bien al escenario ni a nuestros rivales.


Hablando de rivales: la inteligencia artificial es paupérrima. En nivel Fácil, cada evento de formato carrera es una insoportable caravana de lentos bots que no nos dejarán pasar. El rudimentario sistema de colisiones no ayudará en este sentido. En dificultades superiores, cualquier error, o cualquier injusto ataque por parte de una camioneta contrincante, puede arruinar largos minutos de esfuerzo.

No tenemos mucho que decir sobre el apartado sonoro. Todos los efectos son extremadamente sencillos, desde el genérico rugido de los motores a los sonidos ambientales. La música es funcional pero no nos deslumbrará.

El control es sencillo y eficiente. Una vez que dominemos la doble dirección (controlada con ambos sticks) estaremos en condiciones de enfrentar todo lo que el juego tiene para ofrecernos. Vale tener en cuenta que no podemos, como en otros juegos arcade, rotar la posición de nuestro vehículo mientras esté en el aire, lo que puede obligarnos a realizar algunos aterrizajes forzosos.

Antes del lanzamiento oficial pudimos probar el sencillo apartado multijugador, encontrando partidas pobladas por, tal vez, otros medios que habían accedido temprano al juego. Como en el juego base, no hay aquí muchas reglas ni una progresión clara más allá de juntar experiencia para cada auto monstruo en pos de mejorar gradualmente sus capacidades.


Probamos Monster Jam Steel Titans 2 por unas 10 horas. En ese tiempo, liberamos 13 logros de Xbox (equivalentes a 300 puntos de gamerscore) y recorrimos algo más de 300 kilómetros. ¿Quedamos con ganas de más? En el store argentino de Xbox, Monster Jam Steel Titans 2 se ofrece por un precio de $974. ¿Podemos recomendarlo?

Si prestaron atención a nuestro análisis, probablemente ya entendieron que no. Tal vez el público potencial de un título como este sea pequeño, pero es evidente que a esta altura de la historia la tecnología y los videojuegos llegaron lo suficientemente lejos como para ofrecer un producto muy superior. 

El juego tiene un competidor directo: Monster Truck Championship, publicado en octubre pasado por Nacon y algo más orientado a la simulación. Esperamos poder reseñarlo a la brevedad para quienes deseen una comparación más exhaustiva.

En resumen, Monster Jam Steel Titans 2 es un producto de nicho a pesar de su sencillez. En tanto no sea ofertado a un precio más conveniente, sólo podemos sugerirlo -y con muchas reservas- a quienes sean fanáticos de este bizarro deporte protagonizado por titanes de acero que aplastan coches abandonados.

  • Desarrollador: Rainbow Studios
  • Publicado por: THQ Nordic
  • Fecha de lanzamiento: 1 de Marzo de 2021.
  • Plataformas: Xbox One, PlayStation 4, Nintendo Switch, PC.

*Agradecimientos a THQ Nordic por facilitar un código para esta review*