REVIEW: Battletoads


Por Andres Belluzzi

Los sapos/ranas mas locos de los videojuegos están de regreso y en Colectiva tuvimos acceso anticipado al juego, pudimos terminarlo y hoy te traemos el análisis completo de Battletoads. Golpes, naves, carreras y un humor muy, muy marcado.

Cuando se anuncio que los sapos (o ranas) estaban de vuelta, a muchos nos volvió el factor nostálgico de los 90 al recordar a estos característicos personajes que se abrían paso a los golpes por una cantidad de niveles con muchas veces una dificultad realmente endiablada. Si, el famosísimo nivel de las motos es por muchos considerados uno de los niveles más difíciles de la industria de los videojuegos. Lo has pasado alguna vez? Te reto a intentarlo.

Y es que el factor nostalgia es uno de los caballitos de batalla de esta nueva entrega y no pretende ocultarlo. Si bien es clara y obviamente necesaria la actualización grafica, aun mantiene muchas de las características de las primeras entregas y esto lo encontramos claramente en el primer contacto con el juego.

El primer nivel se encarga de enseñarnos las mecánicas del juego y es el primer apartado a mencionar. Si bien, como fiel a los beat ‘em up la estrategia machaca botones es infalible, en esta nueva entrega se nos habilita la posibilidad de recurrir a ciertos combos que si bien no son amplios, le dan más dinamismo al juego. A su vez, encontraremos la posibilidad de un Dash para esquivar los ataques enemigos que realmente resulta muy útil acorde al frenetismo del juego.

Por otro lado, fiel a nuestras características como sapos, haremos uso de nuestra lengua en varias mecánicas más. Atraer a los enemigos, comer moscas para recargarnos la vida o incluso pasar a diferentes profundidades dentro de los niveles como asi también encontrar objetos desbloqueables.

 

El diseño artístico es realmente a destacar, un punto claramente a favor en el diseño a mano de los personajes y la fluidez de los movimientos. Los enemigos también tienen diseños muy interesantes fiel a los 90. Ohh, nostalgia de nuevo.

Un apartado un tanto criticable es el tamaño de los sprite en relación a la profundidad de la pantalla o al posicionamiento de la cámara, muchas veces pareciera que el espacio no es el suficiente y ciertas animaciones parecieran ocupar gran parte de la pantalla entorpeciendo un poco el encanto audiovisual.

En cuanto a la jugabilidad en sí, el juego nos plantea una múltiple variedad de géneros a lo largo de 4 actos que desarrolla la historia. El clásico beat em up, plataformas en 2D, minijuegos, niveles con naves al más estilo Galaga, y un renovado nivel de motos. Y es un punto un tanto neutro, porque se agradece la variedad y por sobretodo el equilibrio que encontramos dentro de esta dinámica de formas de juego distintas pero a la vez en varios casos nos quedamos con ganas de más.

Si hacemos hincapié en el equilibrio, encontraremos otro punto positivo claramente. El juego sabe llevarnos bien del frenetismo a la tranquilidad sin que se nos agote la paciencia. Cuando terminemos un nivel muy difícil en el que posiblemente hayamos tenido que reintentar varias veces, el juego nos pondrá un minijuego o un plataformero con un ritmo totalmente distinto. Incluso dentro de los mismos niveles frenéticos, varias veces tendremos puzles que solucionar que nos obligaran a pararnos a pensar por sobre golpear. 



Lo cierto también es que el juego es uno cuando jugamos de a 3 jugadores y otro bastante diferente cuando nos ponemos solos al mando. Ambas formas de juego tienen sus ventajas y sus desventajas, en los niveles clásicos será mucho más fácil acabar con los enemigos junto a 2 compañeros que en solitario, pero en los niveles como las motos cada toque será una muerte por personaje por lo que la coordinación será crucial. Jugar en solitario permite que una vez haya muerto nuestro personaje se habilite el segundo y sigamos avanzando en el nivel, lo cual es una clara ventaja.

Jugar solo nos permite intercambiar de personaje cuando queramos dentro del nivel y asi elegir dependiendo las características y necesidades en cada momento. Otro punto a mencionar, que en los niveles beat em up clásicos, la cantidad de enemigos no cambia si jugamos en solitario o en cooperativo, lo cual lo vuelve al menos en los primeros compases del juego, un tanto sencillo. Ser 3 ranas pegándole a 2 enemigos, es un tanto... desparejo.

En cuanto a su humor hay que ser realmente justos y es que por un lado encontramos un sinfín de juegos de palabras que en su idioma original podrán ser muy graciosos pero al traducirse pierden un poco su encanto. Lo que si es para destacar son las cinemáticas cargadas de sarcasmo, referencias y situaciones alocadas. También hay que decir, algunas escenas no aptas para los más pequeños. Pero un público adolescente o mayor seguro pasara un rato de risas con la nueva aventura de los sapos.


Las voces las encontramos enteramente en ingles, con una interpretación realmente buena. Por otro lado, los subtítulos dentro de las cinemáticas son un tanto... emm... invasivos. Consideramos que podrían haber pulido un poco más su estética para dar una mejor inmersión.

A su vez, encontramos que con la misma configuración regional, en nuestra Xbox el juego se encontraba en español tanto el menú como los subtítulos. Mientras que en nuestra PC estaba enteramente en ingles, incluidos los subtítulos y que dentro del mismo juego no existe la posibilidad de cambio de idioma. De hecho las posibilidades de configuración son bastante limitadas, aunque se perdona en cierto punto al ser un juego que no las requiera a gran escala.

Lo que tal vez no se perdone tanto es su corta duración. Si bien tiene un nivel de rejugabilidad considerable y sobretodo en multijugador. El juego lo hemos pasado en poco más de 4 horas y teniendo en cuenta el buen equilibrio entre los diferentes géneros por los que el juego nos lleva, se han pasado realmente rápido. Y es que nos deja con ganas de mas, y esto no necesariamente sea algo malo pero 4 horas nos parece realmente muy poco.

Por otro lado lo que si no nos pareció poco son sus tiempos de carga, tanto en consola como en PC consideramos que son un tanto extensos teniendo en cuenta los gráficos del juego y en ciertas ocasiones puede cortar un poco el frenetismo que el juego propone.

Por ultimo su música, si que realmente le hace honor a su estilo. Cuando uno cierra el juego y aun asi sigue tarareando la melodía del mismo, es porque algo se hizo muy bien. Y este es el caso, un soundtrack bien roquera nos acompañara durante toda la aventura dándole mucha más energía a cada golpe, cada salto, cada disparo que estas ranas desquiciadas hagan. 



En síntesis, el juego cumple. Propone entretener y divertir en partes iguales. Propone frenetismo y a veces peca de el, sobretodo en su corta duración. La variedad y el multijugador es algo que siempre se agradece y su humor y artística son sublimes. Es cierto que no es un juego indispensable ni viene a romper ningún esquema, tampoco pareciera pretenderlo. Pero con un acceso desde el primer día en Xbox Game Pass, la recomendación a la diversión es una realidad. En el caso de no tener acceso al servicio de Microsoft, si sos un nostálgico noventero tal vez la compra del juego te sea satisfactorio, pero se podría esperar tranquilamente a una oferta o adquirir Xbox Game Pass.

*Agrademos a Microsoft Argentina por otorgarnos un código de review del juego*