Review: Journey to the Savage Planet


En las últimas semanas tuve la oportunidad de jugar Journey to the Savage Planet, el primer juego de Typhoon Studios. Se trata de un juego enfocado en explorar entornos abiertos y con un alta dosis de plataformas dirigido por Alex Hutchinson (director creativo de Assassins Creed III y Far Cry 4), que nos lleva a un planeta lleno de colores y vida silvestre un tanto asesina, y por supuesto con muchos secretos que deberemos investigar para favorecer a nuestros superiores. Aunque es una lástima que el estudio probablemente ya no lanzará otro juego multiplataforma al ser adquiridos por Google, su debut en la industria fue una agradable sorpresa.

NO SOMOS LOS MEJORES

El jugador asume el rol de un empleado de Kindred Aerospace, la cuarta mejor empresa de exploración interestelar, con la labor de explorar los mundos desconocidos para la humanidad y asegurar que sea sustentable para la colonización. La verdad es que terminamos atrapados en uno de los tantos planetas que debíamos hacer un reconocimiento y nuestra misión principal es irnos lo más rápido posible, o bien seguir investigando hasta descubrir algunos de los secretos del planeta. Sea cual sea tu decisión al menos el viaje está lleno de diversión y muchos re intentos porque morirse es parte del gameplay.

Si bien el argumento es muy simple, el uso del humor es el factor que ayuda bastante a que la historia sea más llevadera. Seremos el único humano de todo el planeta pero al menos nuestra IA compañera, llamada E.K.O., nos acompañará durante todo el camino con un tono de seguridad pese a los problemas, algo de sarcasmo e inocencia será de gran ayuda (probablemente) como compañía. Uno de los mejores ejemplos del humor es la mezcla entre el live-action y malos efectos visuales con el fin de crear los mensajes por video, sátiras y propagandas de productos de consumo masivo. Una invasión de comerciales cada vez que estamos dentro de nuestra nave, así que el espacio no está libre del capitalismo después de todo. Lo siento mucho, Tim Curry.


El punto más flojo del juego en mi opinión es su corta duración, al menos si hablamos de llegar a completar la misión principal del juego, que nos puede tomar menos de 8 horas a lo sumo, pero el completar por completo el juego nos tomará mucho más. Hay que remarcar que toda la experiencia puede jugarse por medio del cooperativo online junto con un amigo, una experiencia que no afecta el progreso y puede ser más divertido, aunque al final es solo un detalle extra por si no queremos pasar a un estado de locura por la soledad.

HACÍA LO DESCONOCIDO

Al ser exploradores especiales certificados es de esperarse que tengamos un equipo apto para pisar terreno desconocido. Bueno, no todo eso es cierto. Al comienzo del juego solamente contaremos con herramientas básicas y mediante el uso de recursos, completando misiones o descubriendo nuevos elementos podremos tener lo necesario para crear o mejorar gadgets. No debemos preocuparnos por la falta de materiales, siempre habrá donde buscar, ya sea que debemos usar métodos más primitivos como desintegrar enemigos con un arma láser o recolectar carbono mediante pedos de algunos animales (no, es en serio lo que digo).


Algunas de las habilidades o mejoras para nuestro equipo se desbloquean completando una serie de desafíos en el juego, tales como disparar en el aire a criaturas terrestres o analizar parte del fauna.

La exploración es el punto más gratificante de Journey to the Savage Planet combinando las mécanicas de un sandbox y plataformas a la perfección, sumando el hecho de un buen sistema de progreso como si hubiese sido sacado de un Metroidvania. Con el paso de las horas tendremos nuevos gadgets como ganchos o jetpacks para alcanzar lugares que nos parecían inaccesibles añadiendo el clasico factor re-jugable, donde se esconden más materiales para usarlos en nuestra Impresora 3D o mocos naranjas para elevar nuestras barras de salud. También con el paso del tiempo se irán adquiriendo nuevas mejoras a nuestro traje para poder cargar con un hiel fijador para inmovilizar a los enemigos, una bomba marchitante con efecto similar al ácido, entre otras varias que sirven para derribar paredes o abrir puertas. Algunos de estos elementos también nos permiten jugar con el escenario mismo para escalar muros o tener un pequeño impulso a lugares que nuestro jetpack al inicio no puede ayudarnos.

Pero el explorar también viene con la gran posibilidad de que mueras, fue diseñado de esta manera. Exploras, lo intentas, fallas, y el ciclo comienza de nuevo hasta que puedas volver a tener éxito. Un pequeño toque Soul-like, y eso significa que se nos permite volver al lugar exacto de nuestra última muerte y recuperar nuestro loot. Eso sí el juego no es muy complicado de jugar, no estamos frente a un Dark Souls de la exploración, pero si la dificultad general va creciendo mientras sigamos sumando más horas de juego.

Se puede decir que lo más frustrante es el combate, fue un aspecto que no han desarrollado demasiado. Los mayores problemas tienen que ver con la sensibilidad y la cámara, un tanto toscos y no se siente como un gran aporte. El problema es que el combate forma parte de la experiencia y no recuerdo ninguna batalla que no haya sentido que era frustrante a la falta de un gunplay bien trabajado. Peor aún es cuando debemos enfrentarnos a los diferentes jefes finales, el cual apuntar a los puntos débiles puede ser más difícil de lo pensado. Lo que se puede rescatar en general es que muchos de estos enfrentamientos pretenden aprovechar el uso del escenario para moverse como si fuera un juego de plataformas, haciéndolo más interesante pero a su vez más denso. No esperemos tampoco una enorme variedad de armas porque solo contamos con nuestra pistola láser y algunas arrojadizas, así como los gadgets.


COLORES, COLORES, Y MÁS COLORES

A nivel audiovisual Journey to the Savage Planet es muy atractivo por un estilo de arte muy colorido. AR-Y 26 es un planeta que se divide en al menos tres regiones principales que nos permiten explorar tranquilamente sin la necesidad de perdernos: Desde los glaciares, hasta los bosques, montañas e islas flotantes con sus secretos por descubrirse, sus propias criaturas salvajes y peligros ambientales. Cada sector del planeta es hermoso a nivel visual gracias a su gama de colores y detalles a los diseños. La música se sintió un tanto escondida pero los efectos de sonido, los ruidos de la naturaleza y de como somos capaces de reconocer a las criaturas por ello al poco tiempo es un logro positivo.

CONCLUSIONES

Quienes busquen un juego que se le aleje de los sistemas de juego complicados, Journey to the Savage Planet es un claro ejemplo de como simplificar y hacer que la exploración sea una experiencia relajante y entretenida al mismo tiempo. Es un buen juego que si bien no aporta una innovación importante a su género, es el tipo de título que merece tener una oportunidad cuando sea accesible porque su precio no se justifica por completo.


Review por Gabriel Llarena Ruiz
Código de review otorgado por 505 Games