ANÁLISIS: art of rally

Por Ariel “Kaji” Fuentes

El rally es una de las disciplinas automovilísticas con más videojuegos dedicados a ella. Desde los antiguos Sega Rally hasta la saga Colin McRae de Codemasters, pasando por los polémicos WRC y el legendario Richard Burns Rally de 2004, aún hoy recordado como uno de los mejores y más realistas. Hoy les traemos nuestro análisis de Art of Rally, un videojuego que suma otro capítulo a esa historia… pero de una manera muy original.

En general, podríamos dividir a los juegos carreras en dos grandes grupos: por un lado, los que apuntan al realismo. El magnífico Dirt Rally 2.0 de Codemasters, un simulador repleto de contenido, es el actual campeón de esta categoría. Por otra parte, tenemos a juegos más livianos, orientados puramente a la diversión: ahí apuntan los no muy brillantes Dirt 5 y VRally 4, por ejemplo.

Art of Rally es completamente distinto. Lo que propone es una especie de carta de amor a la historia de la categoría utilizando una combinación muy original de gráficos estilizados, música electrónica y una jugabilidad que requiere atención pero es también muy placentera y relajante.


El primer trailer de Art of Rally llamó la atención del público, cuando se mostró a mitades del año pasado. Usa modelos de pocos polígonos, reminiscentes a juegos de los ´90 como Virtua Racing, el olvidado Stunt Race FX de Super Nintendo, o -más recientemente- el correcto Hotshot Racing. Suma también una iluminación de colores tenues, y una cámara algo desenfocada. El resultado es muy original y transmite constantemente una sensación de nostalgia, lo que resulta coherente con la atención que el juego le presta a la historia del rally. Art of Rally se corre del presente, refiriéndose constantemente a un pasado glorificado.

La perspectiva del juego no es desde la cabina, como en la mayoría de los juegos de autos, sino desde una cámara isométrica, bastante alejada de nuestro vehículo, como si lo siguiéramos en helicóptero o en dron. Una comparación clara para los más veteranos puede ser el español World Rally de 1993.

Hemos de notar que manejamos bastante más cómodos usando las cámaras más lejanas, que enfocan al coche desde una perspectiva cenital; la vista isométrica por defecto nos causó algunos inconvenientes al usar autos rápidos en trazados cerrados.

Probamos el juego en una Xbox One X, y funcionó correctamente; el apartado técnico del juego es sumamente simple y no habría excusa para que así no lo hiciera.

El sonido es muy sencillo y rudimentario, pero la música sí es digna de destacar. Fue compuesta en estilo synthwave por un único músico ucraniano y creemos que logra mucha química con los gráficos y el estilo general, entre indie y retro, de Art of Rally.

Por debajo de su estilo artístico, Art of Rally tiene físicas más convincentes de lo que uno pudiera esperar. La mayoría de los vehículos tienen las velocidades, potencias y comportamientos que uno esperaría de ellos, sin llegar absurdos arcade como los de un Rock and Roll Racing u otro clásico noventoso como los que inspiraron a este pequeño juego del estudio canadiense Funselektor Labs. Art of Rally se compara a sí mismo con una meditación, en la que hay que alcanzar un grado de concentración suficiente como para evitar los deslices.

La inteligencia artificial puede ser configurada en varios niveles de dificultad, desde extremadamente permisiva a muy exigente: sólo veremos sus tiempos. También hay un modelo de daño con diferentes niveles, pero destruir nuestro auto a nivel mecánico es complicado incluso intentándolo.

Art of Rally está sin dudas orientado a ser manejado con un control como el de la Xbox. Después de pasar alrededor de una hora acostumbrándonos a los mandos y a las físicas, empezaremos a dominar el desplazamiento de nuestros coches por los hermosos paisajes presentados en las más de 60 etapas contenidas en la campaña single player.

Los escenarios presentan versiones ficticias de los rallys de Finlandia, Italia, Noruega, Alemania, Kenya y Japón. Todos son versiones caricaturizadas, sintetizando los elementos más característicos de cada localización en una presentación sencilla pero cuidada, especialmente a nivel lumínico: el momento del día en que corramos le dará a cada etapa un tono bien distinto. Además de día y noche, hay efectos climáticos (lluvia, niebla, o nieve), también simples gráficamente pero con un notable efecto en nuestra performance.

El núcleo de Art of Rally es su modo carrera, en el que iremos progresando año a año para ir desbloqueando categorías cada vez más poderosas de autos históricos. Además, hay un modo contrarreloj, la posibilidad de armar un rally a gusto, y un modo de libre albedrío para pasear y juntar coleccionables.


El juego incluye más de 50 vehículos. La mayoría están basados en autos reales de la historia del rally, a pesar de haber sido rebautizados con apodos alegóricos, pero los conocedores los reconocerán inmediatamente. Los modelos más antiguos se remontan a la década de los ´60, y desde allí se retrata la historia de la categoría, pasando por lo que se considera su “época dorada” (el inolvidable, brutal y peligroso Grupo B de los ´80) y llegando a finales de los ´90. Las primeras categorías, con vehículos de tracción trasera y menos de 250 caballos de fuerza, no ofrecerán gran desafío. Si queremos domar la ferocidad de las máquinas del Grupo B, necesitaremos práctica.

Hay algunos autos que parecieran estar favorecidos por el juego: aunque todavía no tenemos mucha evidencia para sostenerlo, creemos que el “Fujin” (apodo del Subaru Impreza) es uno de esos privilegiados.

Aunque no hay un multijugador sincrónico, sí existen rankings, eventos diarios y semanales en los cuales medirnos contra rivales de todo el planeta.

Art of Rally se ofrece a $279, sin contar impuestos, en el store argentino de Xbox. Sin embargo, se lanza al mismo tiempo dentro del catálogo de Game Pass, por lo que los subscriptores podrán probarlo sin cargo.

El as de espadas de Art of Rally es su estética, inmediatamente atractiva y alejada de los estándares relativamente realistas que los juegos de carreras suelen tener actualmente. En menor medida, habrá quien lo disfrute principalmente por su música. Ofrece una vuelta de tuerca interesante para un género en el que los avances vienen siendo muy graduales a lo largo del tiempo: es un título humilde que no pretende competir contra los titanes de la simulación. ¿Me ofreció un buen rato de entretenimiento homenajeando el legado del rally histórico? Sí, claro. Su melancolía y buena jugabilidad me sacaron algunas sonrisas.

¿Voy a seguir jugándolo después de 6 horas de análisis, o prefiero volver a Flight Simulator y Ride 4? Tal vez use a Art of Rally para despejarme entre partidas de simuladores más serios y demandantes.

*Esta review se realizó  con un código proporcionado por Future Friends Games*

  • Desarrollado y publicado por: Funselektor Labs Inc.
  • Fecha de lanzamiento: 12 de Agosto de 2021 (Xbox Game Pass), 23 de Septiembre de 2020 (PC)
  • Plataformas: Xbox One, Xbox Series X/S, xCloud, Nintendo Switch, PC.